Capítulo 49. La final nacional.

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Axel estuvo evasivo toda la semana. Incluso se fue a dormir a casa de Benjamin una noche, y otra a la casa de Nicholas. Nunca estaba en casa, salía con sus amigos y regresaba hasta noche. Samuel se lo permitía porque pronto se mudarían los tres a diferentes ciudades.

Al menos el viernes, Axel no pudo huir de mí, pues teníamos el vuelo juntos con Hakon y Edith para llegar a Orlando. Aun así, Axel encontró la forma de tenerme lejos, pues aunque su asiento iba al lado del mío, y el de Edith con Hakon, logró convencer a Edith de cambiar lugar, por lo que yo me fui al lado de ella, y Axel y Hakon juntos dos filas enfrente.

Hicimos una escala en Houston Texas, pero Hakon y Axel se desaparecieron de inmediato para ir a comer algo.

-¿y qué no podíamos ir con ellos? -Me quejé cuando ambos desaparecieron.

-No, se supone que Axel te está evitando. -Me recordó Edith. Me crucé de brazos. -¿qué? ¿ahora tú eres la molesta? -Me regañó ella. Hice una mueca.

-No, no estoy molesta con él...-Admití en voz baja descruzando mis brazos. -Supongo que su enojo está justificado. No puedo creer que olvidé el partido. -Me lamentaba.

-Sí, nadie lo puede creer. -Admitió Edith. Era obvio que ella también estaba decepcionada de mí, era amable conmigo sólo porque si no quedaría yo sola.

-¿Qué puedo hacer para que Axel me perdone? Lo extraño. -Le decía yo. Ella se encogió de hombros.

-Quizás debas darle su tiempo. -Sugirió. Me miró más seriamente. -Y dejar de ver a Alec. -Me advirtió seriamente.

-No puedo, ya te dije que de ahora en adelante me involucraré más en todo lo de Rose. -Le decía yo, pues ya le había tenido que confesar lo del cáncer de la mamá de Axel. Sólo así logró comprender mi ausencia del sábado.

-Entonces de ahora en adelante Axel estará siempre molesto contigo. -Me advirtió ella. Hice una mueca.

-¿crees que debería...contarle? -Pregunté yo haciéndola quedar más seria. Me miró unos segundos en los que yo también la miraba atenta.

-No lo sé. -Dijo finalmente. -¿Crees que le importe? -Preguntó ella. Me encogí de hombros. -Nunca ha buscado a su madre, nunca ha siquiera preguntado nada que tenga que ver con ella, jamás la menciona. Es culpa de ella, se fue cuando Axel era muy pequeño, él no pudo crear esa conexión maternal. -Decía Edith iniciando camino por el aeropuerto de Houston, por lo que la seguí de inmediato.

-Supongo. -Dije yo pensando en que realmente yo tampoco había creado esa conexión con nadie. Pero recordaba a mamá, no su voz, no tenía ninguna memoria solida de ella, pero recordaba su cara, y que me dejaba dormir con ella en la cama grande. Recordaba que me leía historias antes de dormir ¿o ese había sido el abuelo?... sí, mi abuelo adoptivo me leía historias en cama de Axel cuando ambos éramos muy niños. Axel tenía cinco años, yo cuatro...

-Espera, Edith. -Le dije quedando a su lado. Me vio curiosa.

-Yo recuerdo al abuelo. -Le dije yo.

-Ah sí...yo también. -Dijo ella confundida.

-Yo tenía cuatro años cuando él me adoptó. -Le recordé. Asintió. -Y tenía cuatro años cuando me llevó a vivir con ustedes, cuando conocí a Axel, y recuerdo perfectamente la primera vez que lo vi.

-¿y...a donde vamos con todo eso? -Preguntó ella confundida.

-Que recuerdo todo eso, y tenía cuatro años. Axel también tenía cuatro años cuando Rose se fue. Él quizás recuerda muchas cosas, como yo, pero nunca lo ha dicho. -Se me ocurría a mí. Edith me vio con desagrado.

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Where stories live. Discover now