Capítulo 3. La mesa de los beisbolistas.

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¿y cómo fue tu primer día en Hawtz, Emi? -Preguntó Edith con emoción mientras cenábamos. Hice una mueca.

-Le fue bien, ya hasta hizo amigos de su grado, se sentó con ellos en la cafetería. -Contó Axel.

-Increíble ¿tienes compañeros agradables? -Supuso Edith. Di un suspiro.

-Eso creo, pero también hay...gente no muy amable. -Murmuré pensando en las amigas de Eloína, y en Darcy. -Por cierto. -Dije elevando la vista. -¿Cómo de que necesito un talento para entrar a Hawtz? No lo sabía, yo ni siquiera hice audición en ninguna parte. -Decía yo.

-No, sólo te acepté directamente. -Admitió Hakon.

-¿y qué hay de ustedes dos? Entiendo que a Axel lo tienen por el beisbol ¿pero ustedes?

-Lo mismo que tú, Emi. -Dijo Edith.

-¿nada? ¿los aceptaron por que su padre es el director? -Pregunté haciendo a Edith ver confundida mientras Hakon me vio con desaprobación.

-Ni tú ni nosotros fuimos aceptados por nada, Emi. Nuestro talento es la escuela, nuestra entrada es la excelencia académica. -Me explicó Hakon. Me vi dudosa. Dio un respiro soltando su tenedor. -Hawtz busca todo tipo de talentos, deportivos, artísticos, académicos, cualquier cosa que nos ayude a sobresalir y seguir promocionando la institución con una escuela de excelencia, la mejor. -Me explicaba él.

-¿y ese es mi talento? ¿buenas calificaciones? -Pregunté sin mucho ánimo.

-Sí. No puedes bajar tu promedio o puedes quedar en clasificación de "a prueba", una falla más y te corren. -Me advirtió él haciéndome suspirar.

-Creo que ni siquiera es buena idea que yo esté en Hawtz. -Admití.

-Fue tu decisión. -Me acusó Axel.

-¡Luego me arrepentí! -Le recordé.

-Pero muy tarde. -Me advirtió Hakon. Hice una mueca.

-Me siento rara en esa escuela, no soy perteneciente.

-Es normal en el primer día, te adaptarás rápido. -Me quiso animar Edith. Negué un poco.

-Claro que sí. -Me aseguró Axel. -Yo estoy feliz de que estés ahí. -Agregó haciéndome sonreír más convencida.

-Bueno...verte un poco extra es mi única ganancia en Hawtz. -Admití.

-Ah y a mí también me verás más. -Intervino Hakon haciéndome reír un poco.

-Claro, verlos a ambos es buena noticia. -Dije yo haciéndolo sonreír también. Comimos ya de mejor humor.

Para el día siguiente, en la escuela me sentía aún más rara que el primer día porque esta mañana durante el almuerzo, Axel y yo salimos a los jardines de la escuela para ir a comprar nuestra comida. Íbamos de la mano de camino al puesto de sushi cuando yo noté como los alumnos sentados en las bancas de piedra o parados en los puestos de comida nos seguían con la vista.

Al llegar al puesto de sushi nos formamos. Nerviosamente miré sobre mi hombro con discreción notando que los alumnos no sólo nos miraban, sino que parecían secretear entre ellos ¿hablaban de mí? ¿o de Axel? De mí por seguro, era la nueva ¿tenía algo raro? Inspeccioné mi uniforme sin encontrar nada que pudiera llamar tanto la atención.

-¿Cuál quieres? -Me preguntó Axel en lo que yo veía a mi alrededor curiosa.

-Axel... ¿Por qué todos nos miran...? -Le pregunté en voz baja. Me vio curioso y pasó sus ojos por los demás que de inmediato disimularon su atención.

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora