Me asomé a la habitación de Axel.
-¿Qué pasa, Linda? -Preguntó curioso. Eloína me veía aún más confundida.
-Uhm... ah...-Decía yo sin lograr idear un pretexto. -Nada, sólo quería saber si habías llegado a casa. -Pretexté.
-Sí, debiste llamarme, no puedo creer que Hakon y Edith te dejaron sola. – Se quejó él.
-Ya tengo dieciséis años. -Le recordé entrando a la habitación de inmediato. -Y en menos de una semana tendré diecisiete ¿Qué hacían? -Pregunté yéndome a sentar a la cama de Axel. Ambos se miraron entre ellos. Eloína parecía muy confundida, Axel parecía algo desilusionado, pero dio un respiro y me miró.
-Nada, sólo...hablábamos. -Dijo él.
-¿Por qué aquí arriba? -Pregunté yo.
-Por...nomás. -Dijo él. -Pero...le dije a Eli que teníamos mucho helado en casa. -Dijo él mirándola otra vez. Ella asintió de inmediato como recordando eso.
-Sí...el helado, a eso vinimos. -Aseguró ella. Él asintió. Me miró.
-¿quieres?
-Claro. -Asentí. Axel dio un suspiro, claramente desilusionado, le había arruinado su jugada. Miró a Eloína y le señaló la puerta haciéndome sonreír satisfecha. Ella salió de la habitación. Axel me hizo una señal de que saliera también por lo que fui tras Eloína, y él tras de mí.
Llegamos a la cocina. Axel no sabía cocinar nada, era pésimo con labores domésticos, pero desde que éramos niños preparaba platos de helados decorados con galletas y cubiertos de dulces, mermeladas, chocolates, gomitas y grajeas.
-Es mi especialidad. -Decía él entregándole a Eloína un plato de helado de vainilla con unas cerezas y galletas oreo encima.
-Se ve delicioso. -Rio ella mientras él le agregaba crema batida.
-Es su especialidad porque es lo único que sabe hacer en la cocina. -Molesté a Axel sentada al lado de Eloína, quien le fue amable sonriéndole. Él le sonrió también.
-Es verdad. -Admitió él poniéndose a preparar otro plato. Supuse que era el mío porque al helado de vainilla le agregó algunas cucharadas de Nutella, era la receta que había inventado a sus trece años especialmente para mí.
-Y... ¿Qué...uhm...? -Eloína había querido preguntar algo, pero se puso nerviosa y no supo cómo. Axel la vio con una pequeña sonrisa.
-¿Qué? -Le preguntó él. Ella se encogió de hombros.
-Es...creí que habían terminado. -Dijo ella.
-Claro. -Dijo Axel tan sin problema que me sentí ofendida. -Emi terminó conmigo porque me valoraba mucho y me quería más que a nadie, si es que eso tiene sentido. -Se quejó él. Me crucé de brazos de inmediato.
-No suena lógico si lo dices de esa forma. -Reclamé.
-Esa fue la misma forma en la que tú lo dijiste. -Aseguró él imitando mi tono de queja haciéndome reír un poco. También rio dejando el plato frente a mí.
-Mimada...-Murmuró como si fuese un insulto dándose la vuelta para seguir con el siguiente plato que debía ser el suyo.
-No le pusiste plátanos. -Dije devolviéndole mi plato de helado.
-No tenemos. -Me dijo él haciéndome abrir la boca sorprendida.
-¿Cómo comeré mi Emilado sin plátano? -Me quejé.
-¿Qué quieres que haga? -Me preguntó él. Me crucé de brazos pensativa al saber que realmente me quejaba por nada, pues no lo resolveríamos.
-¿tu Emilado...?-Susurró Eloína. La ignoré acercando de vuelta mi plato.
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Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)
ChickLitEmi se convierte en una chica Hawtz. Conoce nuevos amigos y enemigos de la institución. El baile se acerca, pero antes, se revelan los secretos que Alec y Darcy guardaban. Estos secretos crearán escandalo por Hawtz y confusión entre los sentimientos...