Capítulo 19. Mi remplazo.

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El sábado, desperté aun atormentada por la misma preocupación de ayer, pero ahora no sólo pensaba en la salud de Rose. También pensaba en Alec, seguro se estresaría y desgastaría mucho con todo esto. Su vida de adolescente trabajando, yendo a la escuela, y a la universidad ya era suficiente difícil para aun tener un reto tan fuerte como el del cáncer de su madre.

Me llevé las manos a la cara con tan horrible pensamiento. Me puse en pie de un salto yendo directo a bañarme. Apenas eran las siete de la mañana, pero estaba más que decidida a ir antes de que el resto de la familia despertara y pudiera cuestionarme.

Estuve lista hasta las ocho de la mañana. Tendí mi cama y bajé a desayunar sólo un plato de cereal con leche porque aún no tenían el desayuno listo.

Me fui a lavar los dientes y entonces me asomé a la habitación de Axel. Él seguía acostado. Me acerqué a verificar que siguiera dormido. Noté su IPad al lado de él en la cama por lo que supe que se había dormido hasta muy noche usándolo.

Prendí el IPad y lo desbloqueé. Puse los ojos en blanco con una pequeña sonrisa al ver que se había quedado hasta noche viendo una recopilación de jugadas de beisbol. Fui a poner su IPad a cargar y me acerqué a él para dar un silencioso beso de despedida en su frente.

-Regreso en un rato...-Susurré esperando que eso pudiera entrar en su subconsciente y no estuviera preocupado por mi ausencia.

Salí de su habitación y bajé a sentarme en la sala pidiendo un uber. 

Llegué a la florería hasta las nueve de la mañana. Noté que tenían un letrero de que estaba cerrado, pero no me preocupé al ver luz adentro. Empujé un poco la puerta, para mi sorpresa estaba abierto.

-Llegaste antes. -Me dijo la voz de Alec, la cual seguí encontrándolo acomodando unos arreglos nuevos en su repisa de ventas.

-Ah ¿me estabas esperando? -Bromé curiosa por lo que me había dicho. Se estremeció un poco. Me miró.

-Ah Emi...-Dijo sin duda impresionado. Le sonreí.

-Hola. -Lo saludé.

-Ah...hola. -Dijo curioso, pero con esa pequeña sonrisa que siempre le lucía bien.

-Todavía no abrimos. -Agregó haciéndome reír un poco. -Es chiste, sé que no vienes por flores, puedes sentarte. -Me ofreció señalando el mismo lugar de siempre tras el mostrador.

-Puedo comprar flores antes de irme. -Se me ocurrió. -Y gracias, pero vengo a hablar contigo, aquí estoy bien. -Le dije yo.

-Mm ¿de qué quieres hablar? -Preguntó dudoso haciéndome sonreírle casi en disculpa.

-Sólo...decidí que no puedes...hacerme a un lado. -Admití. Me vio en advertencia.

-Espero que no estés hablando de mi madre. -Dijo más bien en tono de advertencia. Hice una mueca.

-Sí...-Admití. Suspiró. Me vio con desaprobación.

-Emi ya hablamos y dijimos que...

-No, tú hablaste. No es justo que yo no tenga voz ni voto en esto. Quiero ayudar a Rose.

-No tienes idea de lo que dices. -Negó dándose la vuelta para ir a seguir sacando las cajas.

-Entonces...quiero ayudarte a ti. Alec, permíteme hacerlo. Por favor.

-Agradezco la intención, Emi, mucho. Pero enserio... ¿de qué forma podrías ayudarme tú? -Preguntaba.

-Por ejemplo, con esas cajas. -Dije yo. Sonrió un poco. 

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Where stories live. Discover now