Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)

Capítulo 22. Corazón roto.

Axel y yo nos vimos en silencio por varios segundos.

-Vamos...al auto. -Dijo él finalmente. Di un suspiro. Sabía que era mejor tratar el tema sin los estudiantes de Hawtz pasando a nuestro lado. Le asentí un poco, me mostró su mano, lo vi con desaprobación y seguí mi camino a su lado sin tocarlo.

Llegamos al auto. Él acomodó las mochilas mientras yo me apuré a entrar al auto. En cuanto se subió, cerró la puerta y se puso el cinturón de seguridad con prisa.

-No lo decías enserio. -Lo oí diciendo en voz baja.

-¿Por qué no lo diría enserio...? -Murmuré también. Dio un suspiro pareciendo fastidiado. -Axel, sólo quiero ayu...

-No lo digas. -Me interrumpió. Me miró de inmediato. -No lo digas, no me molestes con eso, debemos llegar a casa, no puedes distraerme tanto mientras conduzco. -Me advirtió él, y me pareció prudente. Le asentí un poco. Me asintió también. Dio un suspiro y encendió el motor para dar inicio al camino más incómodo que habíamos tenido de regreso a casa.

En cuanto llegamos, supuse que él querría hablar inmediatamente, pero me acobardé. Apenas se estacionó y yo abrí la puerta para salir a la cochera.

-Emi. -Me llamó con desaprobación también abriendo su puerta. La subió para salir a verme con advertencia, por lo que di un suspiro. -¿Estamos bien entonces? -Supuso él. Lo vi con desaprobación. Asintió un poco en comprensión.

-Vamos afuera. -Me pidió. Le asentí y dejamos las mochilas aquí para ambos caminar afuera, nos sentamos en el comedor de jardín.

-¿Qué pasa, Emi? Has estado extraña desde hace días. -Me repetía él. Asentí un poco.

-Sólo he pensado mucho, lidiado con mucho...me he dado cuenta de mucho. -Admití.

-¿Dado cuenta de qué? -Preguntó él haciéndome suspirar.

-Lo que te dije...-Le murmuré. Me vio con desaprobación.  -Pienso que te afecto más de lo que te ayudo. -Admití. - Mataría a cualquier chica que quisiera lastimarte, pero yo...ser la que te lastime, no, haría lo que fuera por prevenirte dolor, incluso...incluso alejarme. -Le decía en voz baja. Negó confundido.

-No quieres hacer eso. -Me acusó.

-¿cuidarte?

-Alejarte. No quieres dejarme ¿Por qué lo harías? Todo está bien entre nosotros.

-Es que las cosas no están bien, Axel. -Lo interrumpí con seriedad. Me vio curioso, interrogante. Di un suspiro.

-Mira...-Comencé a pesar de aun estar acomodando las ideas en mi cabeza. -Te quiero, sí, mucho, más que a nadie, pero te fallo una y otra vez, y además, tú vas a tener un bebé. Yo te quito tiempo y dinero y...

-Es eso. -Me interrumpió con seriedad. Lo vi curiosa. -Todo iba bien hasta que nos enteramos del embarazo de Darcy, sigues en contra de que conserve al bebé.

-Bueno no es sólo eso.

-Claro que sí, pero ya te dije que...

-Sí, sí, lo sé, no me vas a descuidar. Axel, honestamente, eso no está bien. -Admití. Se vio interrogante. -Que yo sea tu prioridad número uno cuando un hijo viene en camino...no es correcto. Y creo que debo hacerme a un lado, no sólo por el bebé, también por ti, que mereces más que lo que yo puedo ofrecer.

-Sólo olvídate de todo eso, estamos bien, yo estoy bien, el bebé estará bien, y tú deberías estar bien también, estoy haciendo todo, todo lo posible para que tú estés mejor que nadie. Te hago caso, te escucho, te pongo siempre ante todo. Incluso te dejo verte con ese idiota, ¡Con él! -Exclamó él haciéndome sentir aun mucho más culpable por llegar al tema de Alec.