Capítulo 30. El castigo.

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El regreso de los adultos iba...bien. Ya tenían una semana en la casa y no habían mencionado nada del escándalo de Dante. Axel no les había dicho de lo de Darcy porque quería esperar a que pasara mi cumpleaños o según él lo arruinaría porque todos estarían enojados. Honestamente, ni siquiera me hubiera importado. No la pasé bien en mi cumpleaños porque a pesar de los muchos regalos, los adultos estaban ocupados con retomar sus vidas aquí, Axel estuvo mandando mensajes con Darcy todo el día, Alec no me llamó, no tuve ningún amigo con quien celebrar, y la casa se sentía muy rara con los adultos de vuelta. Fue un día más triste que feliz, pero al menos todo eso ya había pasado.

-Oye...-Llamé suavemente recargándome de la entrada de la habitación de Axel. Creo que había estado haciendo tarea en su escritorio, pero me miró.

-Emi...-Saludó curioso. No estábamos en buenos términos, pero tampoco estábamos peleados, sólo muy serios el uno con el otro.

-Nunca te agradecí por el regalo. -Dije yo porque me había dado vergüenza agradecerle o abrazarlo estando aun resentida por lo de Darcy, pero ahora que iba terminando la semana me sentía más tranquila.

-Ah no hay problema. -Dijo él como si nada.

-Fue mi favorito. -Admití yo aun respetando nuestro espacio al quedarme fuera de su habitación.

-Creí que te había gustado más el vestido que te dio Edith.

-Sí, me encantó, pero...pero me gustó más el maquillaje, yo necesitaba nuevo. -Admití.

-Lo sé, me lo dijiste desde el principio del mes. -Me recordó él. Yo no recordaba haberlo mencionado, pero debía ser verdad porque desde que había entrado a Hawtz noté lo mucho que las estudiantes se maquillaban y había deseado tener tanto maquillaje como todas ellas.

-Gracias...-Le dije yo otra vez. Asintió nada más. Hice una mueca incomoda porque no parecíamos poder recobrar la paz entre ambos. Me di la vuelta para alejarme. Bajé las escaleras, pero quedé quieta al notar a Edith hablando con su mamá en el piso de abajo. Intenté ir a la cocina muy lento, pero Edith se despidió de su mamá y salió de la casa, entonces Bluebelle se dio la vuelta encontrándome aquí.

-¿A dónde vas? -Preguntó ella curiosa.

-Ah a ningún lado. -Mentí porque en realidad había planeado ir a la cocina por cualquier cosa de comer, pero ella no nos dejaba comer nada entre comidas, decía que era innecesario y que sólo me engordaría.

-Mm...-Dijo ella viéndome con sospecha. -Has estado muy rara, Emi. -Me acusó ella.

-¿yo?

-Tú y Axel. -Acusó ella haciéndome sentir como si me descubriera algún secreto.

-Oh...Axel y yo eh no, todo bien.

-¿Segura? Siempre eran inseparables, en toda la semana no los he visto hacer nada juntos, incluso Samuel está preocupado. -Me decía ella. Quedé quieta nada más, pero me salvó el celular en mi pantalón sonando. Lo saqué de inmediato para ver quien me llamaba. Me vi confundida al notar que era Becka.

-¿Quién te llama? -Preguntó Bluebelle haciéndome verla con algo de fastidio. Había olvidado lo entrometida que era siempre.

-Es...una amiga. -Dije curiosa. -Regreso en un minuto. -Murmuré antes de darme la vuelta para ir a contestar el teléfono.

-¿Becka?

-Hola Emi. -Ella parecía de buen humor, lo cual me confundió porque la última vez que nos hablamos fue en fiesta de Billy y confesó estar enojada conmigo porque yo estaba con Axel. Las siguientes veces que la vi fue en partidos de beisbol de Hawtz, pero no se acercó a saludarme, y yo no lo intenté sabiendo que me odiaba.

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Where stories live. Discover now