Capítulo 26. Dante.

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Al término de la clase de literatura, salí del salón al lado de Axel, temiendo que algún alumno jugara una broma en mi contra que hiciera a Axel notar que él había tenido razón y el rumor de Ariana me había metido en problemas.

-¿tienes todo lo que necesitas para tus tareas? -Me preguntó Axel. Asentí de inmediato.

-Vámonos de aquí. -Pedí con prisa. Él asintió.

-Genial, vamos al pasillo de alado. -Me pidió él haciéndome confundir. Nunca íbamos allá, sólo había laboratorios y salas de computo.

-¿para qué? -Pregunté desconcertada.

-Por Eloína. -Dijo él haciéndome recordar que ella iría con nosotros.

-Ah... ¿Por qué tiene que venir en tu auto? -Pregunté. Me vio curioso.

-Porque la llevaré al cine después de clases, ya te había dicho.

-¿pero no podías sólo recogerla en su casa?

-¿Por qué si ya estamos aquí? -Me dijo él haciéndome poner los ojos en blanco con discreción.

-Los espero en el estacionamiento. -Dije indispuesta a pasearme por los pasillos. No quería estar cerca de mis compañeros otra vez.

-Te veo ahí entonces. -Dijo él entregándome sus llaves, pero entonces me lo pensé mejor. Eloína estaba molesta conmigo, seguro lo mostraría con Axel presente y no quería que él sospechara de esto. Además, nunca me había gustado ver lo bobo que Axel se comportaba siempre que estaba bajo el hipnotizo que Eloína lo ponía.

-¿sabes? no quiero arruinar tu cita, estarán más cómodos si están solos. Yo me quedaré a esperar la hora de salida de Hakon. -Propuse yo. Él se vio curioso. Se guardó las llaves lentamente.

-Emi, no es una cita. -Me dijo con seriedad. Lo vi con desaprobación.

-Está bien...

-No. -Me interrumpió él negando. -Claro que no está bien, no es una cita. Tú y yo apenas terminamos hace una semana, no voy a salir con otras chicas tan pronto. -Me dijo él.

-Es que no importa si quieres hacerlo, Axel. Para eso terminamos, para que busques alguien que te haga feliz, que te valore. -Le recordé yo. Pareció que no le gustó lo que dije.

-Porque tú no me valoras. -Me acusó.

-No es que sea así, al contrario. Sé lo que vales, y es demasiado, mereces demasiado. Y esa...Eloína Pardo siempre ha estado más a tu nivel, es popular, bonita, y te hace feliz.

-No me hace más feliz que tú, Emi. Nadie. -Quiso dejar claro.

-Claro que sí, te vuelves un bobo enamorado con ella cerca. -Lo acusé. Me vio con advertencia.

-No soy bobo, y no estoy enamorado. Me divierto con Eli, es buena compañía, nada más.

-Bueno, da igual. Yo voy con Hakon ¿sí? -Dije al saber que nunca admitiría sus grandes sentimientos por Eloína. Él me asintió.

-Si eso quieres...gracias. -Me dijo. Le asentí. Me asintió también y se dio la vuelta para irse alejando. Yo di un suspiro y me di la vuelta para correr a la oficina de Hakon esperando no encontrarme ningún brabucón en el camino.

Hakon me recibió bien en su oficina. Me entretuve haciendo tarea hasta que dos horas después pudimos ir a casa. Ahí me quité el uniforme y me acosté a leer un rato.

Axel no regresó a casa hasta las nueve de la noche. Llegó tan de buen humor, que incluso lo oí cantando cuando se metió al baño para ducharse. No pude evitar poner los ojos en blanco. Que enorme fastidio que le gustara tanto la presumida de Eloína.

Secretos de Cristal (#2 Saga Cristal)Where stories live. Discover now