—¿No pensabas decirle que tienes novia? —preguntó.

Justin tomó una profunda respiración intentando no perder los estribos. No tenía planeado que Avalanna supiera que se veía con su maestra. Simplemente porque no eran nada y no podía decirle que se veía con su maestra para pasar buenos momentos y tener sexo. Por eso siempre esperaba a estar solo para verse con Kelsey. Él no era como Jessica, no la llevaría a su casa cuando estuviera con su hija para confundir más su cabeza. Él si sabía separar las cosas.

—No es mi novia Jessica, maldita sea. Sino ya se la hubiese presentado —movió sus manos con obviedad.

—¿Tan rápido te has olvidado de mí? —preguntó haciéndose la victima.

Justin puso sus ojos en blanco y se pasó una mano por el cabello frustrado.

—Tan rápido como tú te olvidaste de mi antes del divorcio —se encogió de hombros—. Ahora dime la verdad, ¿has venido con Avalanna porque me extrañaba?

—No —suspiró—. Yo quería verte y traje a Avalanna como excusa. Ni siquiera te he llamado, solo decidí venir hacia aquí sin avisar.

Justin soltó una risa sarcástica y se acercó a ella de forma peligrosa mientras la apuntaba con un dedo.

—No te quiero ver más por aquí si no es por algo realmente serio de Avalanna. Ya te lo he dicho, no me temblará la mano para quitártela si no dejas de arruinarle la cabeza a nuestra hija. Tú ya no me importas, pero ella es mi mundo, y haré todo por su bienestar —dijo con los dientes apretados.

—¡Tú no puedes amenazarme con quitármela cuando mi hija vio como le metías la lengua hasta la garganta a su maestra favorita! —gritó histérica.

Justin se cruzó de brazos mientras elevaba las cejas.

—No puedes reclamarme nada Jessica, Ava vio eso por tu maldita locura. En cambio tú has llevado a un hombre solo para tener sexo cuando ella estaba contigo sabiendo que podría verlo —respondió con desagrado—. Fue mi hija quien me lo contó llorando. Te estás encargando de arruinarla Jessica, y ya no responderé de mí si la vuelvo a ver llorando por temas de adultos.

Para ese entonces Jessica lloraba victimizándose creyendo que con eso ablandaría a Justin, pero estaba muy lejos de lograrlo.

—Ahora te pediré que por favor no vuelvas a molestarme, ni a Kelsey, y mucho menos a Avalanna. Si ella quiere verme tiene mi número y sabe que puede llamarme en todo momento. Enfócate en tus cosas, principalmente en ser un buen ejemplo para Avalanna, pero me imagino que tienes muchas más cosas que hacer en vez de estar pensando en joderme la vida a mí —se acercó más a ella—. Así que ya sabes, métete en la cabeza que nuestra relación es solo de padres.

—¿Ni siquiera podemos ser amigos? —preguntó.

Justin soltó una carcajada mientras negaba con su cabeza.

—Ni en tus sueños Jessica. Nos llevaremos bien mientras tú pongas de tu parte por el bien de Avalanna, pero no más que eso —respondió.

—¿Kelsey es mejor que yo? ¿Ella será tu novia?

—Te estás desubicando Jessica. Nada de lo que has preguntado es de tu incumbencia. Es momento de soltar, acepta que lo nuestro terminó y no hay vuelta atrás.

Jessica apretó los puños a sus costados y asintió con la cabeza.

—¡Es momento de ir a casa Ava! —exclamó Jessica.

Avalanna apareció corriendo en la sala y se pegó a su padre abrazándolo por la cintura. Kelsey apareció detrás de ella segundos después.

—¿La maestra Kelsey es tu novia? —preguntó mirándolo con una sonrisa en su rostro.

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