Teacher ➵ j.b

once

Justin se colocó boca arriba en la cama y se estiró provocando que varios huesos le sonaran. Recién despertaba y no tenía ganas de empezar su día, pero estaba obligado a hacerlo. Recordó que no se encontraba en su penthouse, se había quedado con Jessica porque no había logrado calmarla rápidamente, pero de todos modos no quiso dormir en la misma habitación que ella.

Caminó hacia su bolso con una muda de ropa, que había ido a buscar el día anterior por la tarde, y la tomó para vestirse. Hoy no trabajaría, se tomaría el día libre. Una vez aseado y vestido, tomó su celular y salió de la habitación para ir directo a la cocina. Allí se encontró con Jessica preparando el desayuno. Sonrió cuando vio entrar a Justin.

—Buenos días —Saludó con la voz ronca.

—Buenos días —saludó Jessica y besó su mejilla—. ¿Quieres café?

—Claro —respondió—. ¿Avalanna despertó? —preguntó.

—No, ¿podrías ir a despertarla? —Lo miró por unos segundos.

Justin asintió y caminó hacia la habitación. Una vez que estuvo a su lado, comenzó a repartir besos en el rostro de su hija y se acostó a su lado para poder despertarla.

—Nena, es hora de levantarse —Susurró.

—Un rato más papi —Se quejó y lo abrazó fuertemente. Justin sonrió.

—No cariño, debes levantarte. Tu mamá está preparando el desayuno.

—¿Puedo faltar? —abrió un solo ojo e hizo un puchero queriendo convencer a su padre—. Por favor

—Claro que no niña —rió—, debes ir a la escuela.

—No —Respondió frunciendo el ceño.

—Avalanna —advirtió con voz seria—. Te levantas o te aguantas las consecuencias —dijo mientras acercaba su mano al abdomen de la niña.

—¡No! —exclamó y comenzó a reir a carcajadas cuando Justin empezó a hacerle cosquillas—. ¡Para papá! —rió queriendo alejarlo.

Justin soltó una carcajada y se alejó.

—Levántate —besó su frente y se levantó para ir hacia su uniforme doblado sobre el mueble—. Te quiero en la cocina en diez minutos —dejó la ropa a su lado y salió de la habitación.

Una hora después, Justin estacionó el auto frente al edificio de Kelsey. Primero se había encargado de dejar a Avalanna en la escuela.

—¿Crees que es buena idea Justin? —Preguntó Jessica a su lado.

—Claro que si mujer. Tú la has embarrado con tu desconfianza —Respondió antes de bajar del auto. Lo rodeó y le abrió la puerta a Jessica.

—¿Qué pasará con nosotros? —Preguntó Jessica mirándolo fijamente.