Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Dos meses después.
Dos meses habían pasado y el otoño comenzaba a sentirse en la ciudad, era notable ya que el sol ya se estaba ocultando en el horizonte a pesar de ser tan solo las siete de la tarde. Kelsey le dio un sorbo a su café y apoyó su cabeza en el hombro de Justin, quien se encontraba detrás de ella sujetándola por la cintura.
Se encontraban en el balcón disfrutando de la hermosa vista que les brindaba la ciudad, el atardecer se reflejaba en todos los rascacielos que había frente al edificio de Justin dejándoles ver un paisaje digno de una fotografía.
—Dime que vendrás conmigo —pidió Justin mientras dejaba un beso en el cuello de Kelsey.
—Te he dicho que no —respondió mientras reía y dejó la taza a un lado—. No es correcto que vaya contigo.
—¡Claro que es correcto! —exclamó molesto.
—No y fin del tema —se soltó del agarre de Justin, dejó un corto beso en sus labios e ingresó al pent-house.
Justin gruñó y tamborileó los dedos sobre el cristal del balcón intentando idear un plan para convencer a Kelsey de que lo acompañara.
La frustración de Justin era básicamente porque le había surgido repentinamente un viaje de negocios que duraría dos semanas viajando a Alemania y Argentina. Y quería que Kelsey lo acompañara a toda costa por dos simples razones. La primera, porque no aguantaría dos semanas sin su novia sabiendo que podía tenerla a su lado, y segundo, porque recordaba aquel día en el que Kelsey le dijo que uno de sus sueños era conocer esos dos países.
Sabía que no podrían recorrerlos como debían porque él estaría ocupado con sus socios, pero aún así podrían volver a visitarlos las veces que quisieran. Lo que Justin quería era que Kelsey conociera por primera vez esos países. Pero ella se negaba excusándose con que no correspondía que lo acompañara en viaje de negocios y que debía estar concentrado en los contratos a firmar, Justin sabía que por un lado tenía razón, pero no quería dársela porque él era un cabeza dura y una vez que se le metía una idea en la cabeza nadie se la quitaba. Él quería que su novia lo acompañara de viaje y lo lograría.
Además, no debían preocuparse por dejar a Avalanna sola en Nueva York con Jessica porque ambas se encontraban en Escocia. Esas eran las ventajas de pagar una de las escuelas más caras de Estados Unidos. La escuela había organizado un viaje a Europa al que irían tres cursos, y el de Avalanna estaba incluido. Así que se encontraba tranquilo sabiendo que su hija se encontraba disfrutando con sus compañeros.
Por otro lado, Kelsey se encontraba muy tentada con la idea de acompañar a Justin en su viaje, pero su lógica le decía que no era lo correcto. Tenía el tiempo para viajar esas dos semanas con él ya que los niños a los que ella daba clases también habían viajado a Escocia, pero ella no los había acompañado porque los maestros responsables que viajaban eran elegidos por sorteo, y ella no salió elegida. Pero lo agradecía enormemente, ya que no sería divertido soportar dos semanas en Europa con la exesposa loca de su novio.
