¿Que pasaría si un hombre desea a la mujer equivocada?
Poder, reputación, dinero, mujeres... Lo obtuvo todo. Pero su deseo cayó en la menos indicada...
🌹Borrador con errores ortograficos
🌹Corrigiendo
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- Contenido adulto y...
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Las puertas del elevador se abrieron, dando la vista de Daymon cargando en brazos a Victoria, quien solo se conformó con dar una amarga sonrisa desde su posición.
- Créeme que no era necesario que me cargaras en todo el camino hasta acá. - mencionó Victoria suspirando.
Daymon rodó los ojos, saliendo del elevador hacía la sala. Dejándola suavemente en uno de los sillones.
- No quería correr el riesgo de que te puedas caer en pleno camino. - declaró sonriente, dejándole la bolsa de las toallas a su lado mientras se sentaba frente a ella.
Victoria simplemente suspiró, parándose para irse a la cocina.
- ¿Vas a algún lado? - preguntó él.
- Iré a prepararme chocolate caliente, me ayuda bastante con los dolores de los cólicos... - señaló.
- Tú ve a asearte, yo lo haré. - declaró, levantándose nuevamente.
- No, es necesario. Iré y...
- Ve a bañarte, que yo lo haré. - interrumpió con voz autoritaria. - Y sabes no tienes otra opción...
- Bien, como quieras. - aceptó rendida, encogiéndose de hombros. - Iré a mi habitación, estoy muerta de cansancio.
Fue a paso lento a su habitación para adentrarse al baño. Se despojó de sus apretadas prendas, dándose una relajante y ansiada ducha.
A los pocos minutos, salió en toalla entrando a su armario. Se colocó un holgado pantalón de pijama y una sencilla blusa de tirantes.
Una vez lista, estaba a punto de salir a la sala. Pero fue interrumpida por el cuerpo gigante de Daymon, asomándose por la puerta entreabierta.
- Te traje tu bebida caliente... - mencionó, enseñando la taza en mano.
- Ah, que inesperadamente cortes... - respondió sonriendo incómoda, tomando la taza. - Gracias...
Daymon sonrió en respuesta, adentrándose a la habitación.
Victoria frunció el ceño extrañada, al ver que entró como si nada. Hasta que se acordó de su rara petición por las toallas...
- <<Dormiremos juntos, los días que pase aquí...>>
Abrió los ojos del asombro, quedándose estática pensando en una posible excusa.
Daymon arqueó una ceja al verla parada al lado de la puerta sin moverse. Se acercó a ella, cerrando la puerta de un portazo, ocasionándole que Victoria diera un pequeño brinco, saliendo estrepitosamente de su trance.
- Vamos a acostarnos... - señaló Daymon, mirándola con una sonrisa maliciosa de oreja a oreja.
- E-espera a que termine mi bebida. - respondió nerviosa.
