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- <<¿¡Qué mierda acaba de pasar!?>> - pensó Evan pasmado en su asiento

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- <<¿¡Qué mierda acaba de pasar!?>> - pensó Evan pasmado en su asiento.

Este estaba entre intranquilo y sorprendido.

Victoria simplemente meneó la cabeza, ignorándolos para volver la vista a su celular. Terminando de escribirle a Misha.

"Juro que estoy bien, a la semana volveré y te contaré todo a lujo de detalle.✨"

"¡Como no vuelvas...! ¡Iré yo misma a buscarte! ¡Aún si estas en la maldita narnia! 😠"

Sonrió ante su preocupación, despidiéndose de ella para apagar su celular, dejandolo a un lado.
Se dejó caer en el asiento relajada, mirando de reojo el paisaje por la ventanilla. Admirando la nubes, que parecían pasar lentamente.

El sueño parecía llegarle. Cuando iba cerrando de a poco los ojos hasta que una notificación en su teléfono, la despertó.

Soltó un bufido cansada, levantando su celular pesadamente para ver la bandeja de entrada.

"¿Por qué estas en el avión de un gánster?"

Esas simples palabras aparecieron en toda la pantalla.
Victoria abrió los ojos del asombró, incorporándose repentinamente.

- <<Lo que faltaba...>> - pensó mordiendo sus labios.

"Te dije que dejaras de espiarme."

Respondió algo enojada.
Algo curioso de este número, era que Victoria lo tenía registrado como "K"...

Pero... ¿Quien era "K"?

"Me preocupa que estés envuelta con alguien como él."

Victoria rodó los ojos.

"¡Eso no te da derecho de seguirme!"

"¡Ok! Me mantendré alejada. ¿Contenta?"

"¡Gracias!"

"Pero si algo ocurre... No me importará bombardear la casa de ese gánster. 🙂"

- <<¿Acaso hoy es el "día de preocuparse por Victoria"?>> - pensó cansada.

"Si, si, lo que digas. Ya no me restriegues tu poder en la cara. ¡Adiós!"

Apagó su teléfono, dejándolo de nuevo a su lado.
Dejándose caer nuevamente en su cómodo asiento mientras se masajeaba la sien.

Se notaba un poco estresada por todo lo ocurrido en menos de un día.

Muy por el contrario, Ethan, que se encontraba en la barra sirviéndose un trago para procesar el extraño comportamiento de Daymon.

Y así pasaron horas, exactamente 8 horas desde que despegaron. Ya eran casi las 10 de la noche y Victoria estaba profundamente dormida en su asiento.

Atrápame, si puedes... | ✔Where stories live. Discover now