¿Que pasaría si un hombre desea a la mujer equivocada?
Poder, reputación, dinero, mujeres... Lo obtuvo todo. Pero su deseo cayó en la menos indicada...
🌹Borrador con errores ortograficos
🌹Corrigiendo
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- Contenido adulto y...
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Intentó liberarse, pero se sorprendió al ver cómo la bajaba suavemente en su cama, mientras él se alejaba.
Estaba a punto de agradecerle por extraño que parezca, pero cambió drásticamente de parecer, al verlo sacandose su camisa para dejar completamente a la vista su fornido y tatuado cuerpo.
Victoria abrió los ojos del asombro, queriéndose alejar por precaución, pero Daymon se acercó hasta ella, tirándose literalmente encima de su pequeño cuerpo. Victoria intentó moverlo antes que cometa una locura, pero frenó al momento de escuchar los ronquidos proviniendo de él.
Se había quedado dormido encima de ella, y en su propia cama...
Victoria suspiró, maldiciendo para sus adentros. Intentó girarlo empujándolo, pero falló rotundamente. Una vez más, lo empujó haciendo que su cuerpo gire con éxito, dejándolo boca arriba mientras ella se liberaba.
Victoria de pie frente a él, se acomodó su arrugada pijama, colocando ambas manos en su cintura mirándolo.
Suspiró cansada, pero lo paso por alto al verlo vulnerable. Fue hacia él, sacándole los zapatos para que estuviera cómodo. Pero lo que no pudo conseguir, es subir sus largas piernas a la cama. Eran literalmente demasiado pesadas para ella.
Victoria chasqueo la lengua en molestia, intentando encontrar una solución. Pero en esos cortos segundos, su vista fue a parar inconsciente al pecho fornido de Daymon.
Mirando con suma atención, que en sus grandes pectorales tenían incrustado un pequeño piercing en cada uno de sus pezones. No pudo con la curiosidad, que se acercó lo suficientemente para verlos con exactitud.
Pasó su dedo por uno de sus piercings, rozándolo suavemente. Haciendo que Daymon se quejara entre sueños por el pequeño toque.
Victoria sonrió un poco, dejándose llevar por la curiosidad.
- <<Le toque el trasero... Así que... No hay nada de malo, que le toque sus pechos.>> - pensó, encogiéndose de hombros.
Sus delgadas manos, fueron hacia sus esbeltos pechos, delineando y presionando aquellos grandes montes llamados pectorales. Que incluso le enojó que tenga más pecho que ella.
- <<Okay... Esto se vería muy mal, si fuera en géneros contrarios. Pero... Demonios... Son tan suaves...>> - pensó Victoria sin dejar de presionarlos.
Daymon lanzó un quejido entre sueños por el suave tacto. Sentía claramente cómo unas pequeñas manos jugueteaban por su pecho, su rostro se torno rojo del repetitivo y excitante toque.
Abrió los ojos aún con un poco de embriaguez en su cuerpo, viendo a una pequeña Victoria casi encima de él con ambas manos sobre sus pectorales.
Sonrió de oreja a oreja, agarrando sus manos para apegarla más a él.
Daymon estaba soñoliento, creyendo que era un plácido sueño en el cual estaba su querida caperucita frente a él.
