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Las 11 de la noche en la residencia Gallaghan

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Las 11 de la noche en la residencia Gallaghan.

Como si de un animal rabioso se tratará, Daymon entró a su oficina, abriendo la puerta con una fuerte patada. Se notaba claramente furioso.

- ¡Por un demonio! ¡Calmate Daymon! - espetó Ethan atrás de él, cerrando las puertas. - ¿Acaso fue tan horrible?

Hace solo unos pocos minutos que acababan de llegar. Daymon volvió echando humos desde la reunión con su padre.
Que al parecer, no fue nada bien.

- ¡Lo es, gracias a la zorra por la que tiene de esposa! - exclamó Daymon exaltado, apoyándose en su escritorio, pasándose una mano por su cabello en un intento de relajarse. - De solo verla. Me da ganas de matarla a tiros...

- Solo relájate Day... - se apoyó en su hombro. - Ella es así porque sabe que a tu padre le queda poco y que tu, mi amigo, te quedarás con todo.

Daymon al escuchar sus palabras, asintió. Relajando su semblante irritado poco a poco.

Pero ambos fueron interrumpidos por una tercera persona. Entrando de improvisto en su oficina.

- Daymon... ¿Que ocurrió? ¿Por qué tanto alboroto? - los miró preocupado.

- Nada Evan. - respondió Ethan rodando los ojos. - Solo otra visita a su padre y terminó en pelea de gatos con su madrastra.

Daymon recuperó su postura, largando un suspiro para relajarse.
Fue a hacia su escritorio, sentándose con las piernas encima de este.

- Solo otra estúpida pelea con la querida zorra que tengo por madrastra. - escupió entre dientes, levantando la vista hacia ambos. - ¡Y que les he dicho sobre vestirse iguales! Saben que aun tengo problemas con reconocerlos.

Gemelos... Eso eran Ethan y Evan, gemelos idénticos. De ahí nace su problema interno con diferenciarlos.
Ambos eran literalmente iguales. Mismo cabello corto con rulos, mismas pecas, mismos rasgos y misma piel poco clara.

Pero... Eran completamente diferentes por dentro. Ethan era algo brusco y sarcástico en su personalidad, además prefería trabajar en lo que requería fuerza y... Peleas.

Por en cambio Evan, era más tranquilo y amigable, prefería mil veces quedarse a administrar y supervisar, a estar agarrando a golpes a alguien.

- ¡Oh, vamos! - refutó Ethan. - ¡Evan tiene una peca en el lado derecho de su cuello! No es tan difícil.

- Ya hablaremos de nuestras diferencias después. - mencionó Evan. - Daymon, encontré algo. Es respecto a la mujer que me enviaste, observa las fotos de tu teléfono. - señaló.

Daymon un tanto dudoso sacó su celular, mirando las fotos.

- Esa mujer va a la casa cada cierto tiempo. Pero... Sólo se la ve entrando, más no saliendo. - explicó Evan, sentándose en los muebles. - Esas fotos son de años anteriores. Tomadas desde la cámara de vigilancia de unos vecinos.

Atrápame, si puedes... | ✔Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon