¿Que pasaría si un hombre desea a la mujer equivocada?
Poder, reputación, dinero, mujeres... Lo obtuvo todo. Pero su deseo cayó en la menos indicada...
🌹Borrador con errores ortograficos
🌹Corrigiendo
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- Contenido adulto y...
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El helicoptero sobrevolaba los edificios iluminados de Manhattan, Victoria recostó su cabeza en uno de los escalones, suspirando profundamente para subir a la cabina.
Cuando estaba por los últimos escalones a punto de abordar, un hombre uniformado portando con un casco intercomunicador, le tendió la mano, pertenecía a la milicia por su uniforme.
- Bienvenida a bordo, señorita Blanks. - dijo en voz alta.
Victoria asintió en saludo, aceptando su ayuda para subir completamente. Al subir, fue hacia los asientos, sentándose mientras se abrochaba el cinturón.
El hombre le tendió un casco, dando señal que se lo colocará debido al fuerte ruido de las hélices. Victoria aceptó, colocándoselo para poder hablar.
- Es un honor tenerla aquí, señorita Blanks. - saludó. - Soy el teniente Collins. Seré el encargado de llevarla sana y salva a su edificio, no se preocupe.
- Gracias.
- Señorita Blanks, ¿Desea una manta?
Victoria estaba temblando del frío mientras se abrazaba así misma debido al delgado vestido, asintió rápidamente sin más. Arthur sacó de una maleta suya, una gran manta gruesa, entregandosela en sus manos. Ella no desaprovechó, tapándose las zonas desnudas de su cuerpo.
- Señorita Blanks. - la llamó Arthur.
- Solo dime Victoria, y gracias por la manta. - sonrió.
- Descuide. Entonces, Victoria... "K" me dio órdenes explícitas, que una vez esté asegurada aquí... Le... Yo... Le diera una pequeña lección... - mencionó avergonzado.
Victoria alzó ambas cejas del asombro.
- Dejame adivinar... ¿Por ir a un lugar potencialmente peligroso sin avisar, ¿No?
- Exactamente.
- Ahg... ¿Qué pidió?
- Un golpe fuerte en el brazo...
Victoria rodó los ojos, lanzando un bufido.
- ¿No puedes dejarlo pasar? - pidió.
- Me gustaría, pero... - levantó su mano, señalando una cámara al lado de ellos. - Como verá, debo si o si cumplirlo. Lo lamento, pero debo seguir órdenes.
Victoria asintió, mirando hacia la cámara mientras le sacaba la lengua.
- Bien, hazlo rápido. - estiró su brazo, apartando la mirada.
Arthur suspiro, dándole un golpe levemente fuerte. Lo que sólo ocasiono, que se quejara un poco.
- Creo que con eso bastara. - mencionó Arthur.
Victoria asintió, masajeandose el pequeño lugar del golpe.
- Me están indicando que estamos cerca a su hogar, Victoria. - anunció, escuchando atento el mensaje del piloto.
