𝑉𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑎𝑠 𝐷𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡𝑢𝑜𝑠𝑎𝑠 - Levi Ackerman [Terminada]✓

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 32: ¿Qᴜᴇ́ ᴇs ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ?

—¿¡Eh?!

— Que te cases con él.

Di un gran brinco en mi lugar, el susto de la puerta ser abierta me hizo dar unos pasos hacía atrás, cosa que no me fue posible ya que Levi se aferró a mis manos haciendo que no tuviera oportunidad de alejarme, mi madre estaba frente a mí con la mirada perdida.

Lo que me faltaba, per-fec-to.

Matadme.

Mordí mi labio nerviosamente y apreté el agarre entre mis manos y la de mi novio, no me siento tan asustada cuando está él.

Pase lo que pase, sé que lo resolveremos juntos.

Tragué saliva observando cómo mi madre cerraba la puerta detrás de ella y le colocaba el seguro, Levi estaba muy serio, parecía no querer hablar a menos que fuera necesario, aún así no se veía para nada nervioso, tenía una expresión serena, sin miedo ni nada por el estilo, todo lo contrario a mí. La mujer en pijama dio unos cuantos pasos antes de tomar la silla de mi escritorio y jalarla hasta quedar frente a nosotros, suspiró sentándose en ella.

— Hija, siéntate. — Pidió de forma calmada, señalándo con un movimiento de cabeza el borde vacío de mi cama, justo al lado del muchacho.

Asentí con timidez, acatando su orden. Mi madre es tan linda y comprensiva, papá ya me hubiera dicho hasta de lo que me voy a morir por haber dejado que Levi pasara a mi habitación, yo sé lo que pensaría; que una señorita "decente" – decente entre comillas porque no tiene nada qué ver una cosa con la otra. – no habría permitido quedarse sola en un cuarto con su pareja.

Es como; ok.

No es como si los vivamos teniendo sexo por lo rincones, tampoco soy tan estúpida para hacerlo en casa de mis padres. Y solo me recalca y me deja claro la poca confianza que el hombre me tiene, bueno, ¿qué se podía esperar de él?

— Ustedes... — Hizo una pausa, dirigiendo su mirada unos segundos sobre el suelo, para después subirla directamente a nosotros. — ¿Realmente están dispuestos a tomar esa decisión? — Preguntó seriamente, era obvio que había escuchado toda la conversación, por lo tanto estaba en contexto.

Mordí mi labio intentando darle un repaso rápido a toda ésta situación. ¿Realmente estaba dispuesta a hacerme responsable de todas las consecuencias de lo que pienso hacer?, tal vez no volvería a ver a mis padres, seguro que papá me odiará después – conociendo lo rencoroso que es, lo hará. –, también significa que no habrá más navidades en familia, tendré que mudarme de ciudad, dejar a mis amigos aquí, a mi preciosa mamá al igual que a Mathías, sin decir que no sé qué pasará con mis estudios, tampoco quiero ser una mantenida, pero me preocupa tener que trabajar y no tener tiempo para estudiar o algo así.

Mi ansiedad comenzó a crecer, claro que quería casarme con Levi, por eso estoy con él, pero, ¿ahora?

; Play ;

El azabache a mi lado parecía algo perdido, no respondió a la pregunta que nos acaban de hacer, se quedó mirando como mi rodilla cubierta por la tela del pijama se movía de arriba a abajo ansiosamente, delatando lo nerviosa que me sentía. Ambos esperaban mi respuesta, fue como si en realidad la pregunta hubiese sido para mí y no hacía los dos. Lo entiendo, Levi no tiene nada que perder, pero yo sí.

La mujer soltó una pequeña risa, la miré desconcertada a lo cuál ella respondió tomando una de mis manos entre las suyas.

— ¿Sabes a qué edad me casé con tu padre? — Asentí, algo sabía de esa historia. — Tenía dieciocho recién cumplidos, antes la gente se casaba joven y nos iba bien. — Sonrió con ternura, cogió con su mano derecha la muñeca varonil de Levi, la cual es muy bonita por cierto, y la sujetó con fuerza sin soltar la mía. — El primer café que hice lo escupió, estaba muy caliente y le quemé la lengua. — Río ligeramente, sacándome una tenue sonrisa al ver su expresión comprensiva, recordaba con tanto amor algo que pasó hace cerca de veintisiete años. — Después de eso nos reímos y acordamos que él siempre haría el café de ahora en adelante.