𝑉𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑎𝑠 𝐷𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡𝑢𝑜𝑠𝑎𝑠 - Levi Ackerman [Terminada]✓

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 9: Lᴀ ᴠɪᴇ ᴇɴ ʀᴏsᴇ / 𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑜

— Levi... — Susurré en cuanto mis ojos hicieron conexión con los suyos. — Yo... — Traté de hablar, pero la conmoción del momento me lo impidió, las palabras no salían y por más que me traté de forzarlas, más parecían esconderse.

— Está bien. — Secó delicadamente mis lágrimas con ayuda de su pulgar, volviendo a tomar mi rostro como lo había hecho al principio. — No necesitas hablar, tranquilizate. — Parpadee atónita. — No volverán a asustarte.

Estaba tan cerca de él que sentía que mi corazón podría detenerse en cualquier momento, su mejillas estaba levemente manchadas de rojizo debido a las heridas que le causó al hombre ahora en el suelo, su entrecejo se encontraba fruncido y sus labios entre abiertos, no pude evitar sentir la delicadeza en sus acciones, su roce era sumamente tierno y cuidadoso, como si me fuera a lastimar fácilmente y él quisiera mantenerme a salvo, me sentí tan tranquila al ver sus inexpresivos ojos claros, que por unos instantes pude ver mucho más detrás de ellos, de nuevo podía verme a mí misma en el reflejo que la tenue luz de luna me brindaba. Sonreí débilmente con la mirada llena de lágrimas, tratando de contenerlas por más imposible que fuera.

— ¡Dios mío, Solji!, ¿¡Estás bien?! — Gritó la reconocible voz de Hanji acercándose a toda velocidad. — ¿¡Qué pasó aquí?! — Exigió saber una vez estuvo cerca, ambos centramos nuestra atención en ella y Erwin que venía detrás tratando de seguirle el paso. — Dime que no te hicieron nada. — Dijo con la voz entrecortada, al borde del llanto.

— Erwin, llama a la policía. — Ordenó el azabache apoyándose del suelo para levantarme cautelosamente junto a él, me sujetó de forma firme de la cintura una vez que estuvimos de pie, también tomó mi mano derecha guiándome por entre en el estacionamiento.

Mis párpados pesaban como dos costales, de tal forma que no podía mantenerlos abiertos por mucho tiempo.

Desconozco en qué momento fue que perdí el conocimiento, desplomándome sin previo aviso.

♡(*'∀｀*)人(*'∀｀*)♡

— Solji, ¿Puedes oírme? — La luz directa a mis párpados me hizo recuperar la conciencia, algo confundida abrí los ojos encontrándome con una linterna médica balanceándose frente a mí, fruncí el ceño por la molestia que causaba en mí vista. — Me alegra que despertaras.

— Doctor Jaeger. — Musité tomando asiento en la cama, miré al rededor, era mi habitación en casa de Hanji, suspiré aliviada al saber que estaba bien y lejos de ese lugar. — ¿Qué hace aquí? — Lo vi sonreír con compasión.

— Hanji me llamó, estaba preocupada ya que te desmayaste. — Miré al rededor en busca de mi tía, sin éxito.

— ¿Y Hanji? — Pregunté mirándolo buscando respuestas, observé como echaba sus instrumentos dentro del maletín en la esquina de la cama.

— Me parece haberla visto en el jardín con su novio. — Lo cerró y enseguida lo tomó en manos. — Hablaré con ella enseguida, ¿de acuerdo? — Pasé una mano por mi despeinado cabello. — por ahora descansa, todos están muy preocupados — Dijo caminando hacia la puerta. — Has tenido demasiado por una noche, hija.

El padre de Eren cerró la puerta una vez que salió, dejándome ahí llena de preguntas y un inexplicable nudo en la garganta, bajé la mirada analizando mis manos llenas de moretones pequeños, supongo que me los hice al forcejear y no me di cuenta.

Mi ropa estaba sucia, mi falda un poco rasgada y mi brazos manchados de rojo, una sensación horrible de asco se hizo presente al recordar de dónde venía esa sangre.