Leire.

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POV LUCÍA

—Me llamó ayer para decirme que iba a hablar con su jefa —dijo Alejandro—. Pero es que dudo mucho que el testimonio de.... Irene —leyó el nombre en los papeles—. Ayude.

—¿Por qué? Fue la persona que la sacó de la calle.

—Sí, pero Irene solo la ha conocido después de Agustín. Lo voy a estudiar y hablaré con ella, pero no creo que nos ayude mucho una persona que se encontró a Bea después.

—Puede hablar de Bea en el trabajo, es profesional.

—Sí eso sí, por eso te digo que quiero estudiarlo; por poco que nos dé, si ayuda, es suficiente.

Asentí estando de acuerdo con él.

Alejandro me había llamado temprano ese día, en una reunión para que siguiéramos con nuestro objetivo: limpiar la imagen de Beatriz.

—¿Y a mí para qué me has llamado?

—Sí. Tienes una cita a las doce en el colegio de Beatriz.

—¿Qué tengo que hacer? —pregunté cogiendo los papeles que me pasaba.

—Se llama Leire, y nos ha costado muchísimo dar con ella por culpa de Bea. Es su amiga, su mejor amiga, o lo era.

—No me ha hablado nunca de ella.

—Normal, porque al desaparecer, perdió el contacto. Beatriz se quitó todas las redes sociales, por eso nos ha costado tanto dar con ella. Va a ser el enlace para todo; ella y Gerard son la base de todo lo anterior a Gus, Irene será de después y, bueno, tú, por supuesto.

—Vale, imagino que tengo que hablar con ella.

—No, exactamente. Vas a ir con Bea al colegio. —Le miré enseguida—. Ya sé que Bea no puede ir, pero lo tiene que hacer; ahí es donde entras tú. Te he concertado una cita con todo el profesorado, me he inventado que eres una periodista que está intentando redactar un artículo sobre lo maltratado que está la educación en el país.

—¿Y Bea?

—Se adelantará para hablar con Leire. En el papel tienes los horarios de las clases y dónde estará ella; lo hablas con Bea y os organizáis como sea, pero es muy importante que no la pillen, ¿de acuerdo? —Yo asentí entendiéndolo—. Para ello, toma —dijo dándome un pequeño maletín—. Es un botón para ti y un botón vibrador para Bea; en cuanto la reunión acabe, si ella no ha salido, aprietas y será la señal para que salga corriendo.

—Vale. ¿Bea lo sabe?

—No, eso ya lo dejo en tus manos. ¿Lo tienes todo claro? Tenéis que conseguir que Leire acepte testificar.

—Vale. —Tomé aire—. ¿Nada más?

—De momento nada más. Llámame cuando salgáis.

Recogí todo sabiendo que lo primero que tenía que hacer era llamar a Beatriz; eran las once y a la una teníamos que estar en el colegio, había poco tiempo de margen.

No habíamos vuelto a hablar, ni siquiera vernos; pero eso me daba igual si implicaba el caso, yo con eso no quería jugar. Seguía tan entregada como el primer día a que Beatriz recuperase a Inés.

Lo peor fue que, al ir a coger el ascensor; me encontré de bruces con Gerard. Él me miró y yo a él, y sin querer pararme, me hice a un lado para que saliera y así poder bajar yo.

—Hola.

—Hola —respondí comprendiendo que mi misión era imposible debido a que Gerard me obstruía el paso.

Después de ti.Where stories live. Discover now