𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍ʼ 𝐘𝐎𝐔 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚

𝟯𝟭

Anna entrecerró sus ojos hacia la niña recostada en el sofá, cada minuto se volvía más incómodo, pero no quiso sacar de su encanto a la princesa. Anna mantuvo su codo contra el reposabrazos, su mentón se hundió en su palma sin apartar la mirada de lo que tenía enfrente.

La princesa leía tranquilamente, sus piernas se deslizaron por encima del regazo de Anna, levantó la cara cada vez que cambió de página, se encontró con la mirada de Anna al hacerlo, la niña le dio una descarada sonrisa cada vez, claramente disfrutó de la atención que recibió. Se balanceó suavemente en momentos, suspirando delicadamente al hundirse más en su lugar.

Tal vez creía que Anna no notó que cada vez se acercó más, Anna lo captó de inmediato. Hacia unos minutos la niña mantuvo abrazadas sus piernas al pecho pero ahora descansaban sobre Anna. La reina rodó los ojos cuando la mirada de la omega se posó en ella, con aquella sonrisa traviesa se deslizó un poco más cerca.

—¿Te gustaría saber lo que leo? —preguntó de repente, Anna se echó hacia atrás cuando la sintió presionarse tan cerca. Parpadeó, observando su nueva posición. No comprendió como se movió tan rápido cuando estuvo acostada por más de una hora.

—No me interesa —contestó después de haber pasado su momento de sorpresa.

—¿No quieres que lea para ti? —preguntó con un puchero, Anna apartó la mirada.

—No —suspiró, aunque no le estaba mirando, pudo saber que la expresión de la princesa había caído con la respuesta.

—¿Y solo planeas quedarte mirándome? —cuestionó, presionándose más cerca de Anna. La reina tragó al sentir la suave caricia en su cuello.

—Me gusta —respondió en un tono neutral aunque su corazón amenazó con estallar por la cercanía que mantuvo con la princesa. No era la primera vez que la niña saltaba para tocarla, pero fue sorprendente aún. Intentó verse desinteresada también—. ¿Tienes un problema con eso?

—Lo tengo —suspiró contra el cuello de Anna, ella se estremeció cuando el aliento le hizo cosquillas—. No me gusta que solo mires… —susurró, causando que Anna se volteara a verle con una ligera sonrisa.

—¿Y qué sugieres? —inquirió en un tono ronco.

Ella parpadeó rápidamente cuando la niña se inclinó más cerca, su ceño se frunció al verle sonreír abiertamente. Su respiración se detuvo al sentir la mano de la omega en su otro hombro, ella siguió el delicado movimiento con sus ojos, Anna quiso apartarse pero no había más espacio en el sofá.

Su corazón latió violentamente en su pecho, Anna temió cuando su estómago se revolvió, nunca había sentido el como era devolver el almuerzo, pero pensó que estaría por hacerlo.

Su mirada volvió a enfocarse en aquel profundo azul, un tono más oscuro del que siempre contempló, el dedo índice de la princesa se presionó en la comisura de sus labios. Anna sintió que se estaba ahogando.

—Puedes—

Afortunadamente hubo un toque en la puerta interrumpiendo, Anna prácticamente saltó de su lugar para ponerse de pie, se acomodó las ropas al enderezarse.

Se aclaró la garganta, ella esperó hasta que el calor en su rostro desapareciera para finalmente contestar al llamado.

—Adelante —pronunció en un tono alto.

Miró de reojo a la omega, quien se mantuvo en el sofá con el libro en su regazo, sus brazos se cruzaron por encima de su pecho mientras un ceño fruncido adornó su rostro. Anna suspiró de alivio al ver a Gerda entrar por la puerta con una charola en sus manos. La niña se quedó quieta en su lugar, aún cuando Gerda le sonrió, el puchero permaneció en los labios de la princesa.