𝟮𝟬

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Inhaló bruscamente, el dulce aroma de la omega llenó todos sus sentidos, Anna se sintió mareada por un momento, reaccionó al siguiente instante, llevándose una mano a la cara para cubrirse.

Se dio la vuelta, casi corriendo fuera del pasillo. Había lanzado a un lado a Ryder que se mantuvo mirándole sorprendido, Honeymaren también corrió detrás de ella. Anna trataba de respirar algo que no fuera el aire infestado de feromonas.


—¿Por qué me llamaste para esto? —su voz se alzó, mirando a la beta con rabia. Cuando Honeymaren se acercó había pensado que se trataba de alguna emergencia, que alguien le había hecho daño a la princesa, tal vez.

—L-la… la reina El-Elsa —chilló la beta, retorciendo sus manos en su regazo. Anna frunció el ceño ante como había llamado a la omega. La beta era bastante nueva con Anna, así que no sabría de su disgusto porque llamaran a la princesa su omega o su reina—. Me pidió que… le llamará a usted, majestad —terminó de balbucear, Anna solo seguía mirándole con el ceño fruncido.



Se habían apartado lo suficiente del pasillo como para que Anna no se ahogara con feromonas de una omega en celo, pero Anna todavía podía sentirle en el aire. Aquel aroma tan dulce filtrándose por todo su ser, como si le estuviera llamando. La reina respiró, pero sacudió la cabeza con disgusto al instante.

No, no.


—Tráeme a Kai —ordenó inmediatamente, antes de que todo se volviera más nublado—. Pídele que traiga con él inhibidores.


Ryder se movió en cuanto la orden salió de los labios de la reina, corriendo en busca del sirviente. Anna se llevó una mano a la nariz, cubriéndose de la intensa esencia de la omega. Era embriagador.

La omega era tan dulce en días normales, su aroma se había intensificado hasta el punto que podía ahogar a Anna.


—Tú —señaló a Honeymaren, permanecía quieta a su lado todavía—, entra ahí. Y vigílala —Anna tenía que salir de ahí antes de que se volviera más incómodo para ella. No había sido así la primera vez que se encontró con la omega.

—¿Majestad? ¿Yo?

—Sí, tú, pedazo de—se mordió la lengua con el insulto en la punta, volvió a frotarse la cara para aliviarse, no podía ni respirar—. Sí, tú, ¿quién más? ¿Ves a otra beta capacitada?



Se aclaró la garganta, aliviando el dolor que surgió repentinamente. Anna se dio la vuelta con intenciones de irse, había llegado a las escaleras cuando pudo oír el claro chillido de la beta a su espalda. Anna casi rodó los ojos al voltearse para verla.



—Perdóneme, majestad —empezó, todavía sacudía sus manos con nervios en su regazo, pero Anna trató de mantener su atención en el rostro de la beta—, es solo que… solo que… la reina Elsa me pidió que…



Anna se relamió los labios, desesperada porque terminara su maldita frase. ¿Por qué le costaba tanto a la gente hablar? ¿De verdad? ¿Había algo en el agua que los hacía más imbéciles?


—Me pidió que fuera por usted —terminó, miraba hacia el suelo como si le doliera levantar la cabeza—. Mencionó que… que solo le quiere a usted.


Solo me quiere a mí.

Anna quería reírse, pero sería bastante mal visto. La reina entonces le dio la espalda de nuevo, sin intenciones de entrar en una habitación con la omega que estaba casi en celo. Había pasado antes, no había terminado bien.


—C-creo que solo desea verla—

—Lo que desea no es verme solamente —se burló Anna. Se negó a girarse una vez más, estaba dando pasos firmes hacia la escalera. No podía aguantar más estar en ese lugar.


𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍ʼ 𝐘𝐎𝐔 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora