𝟭𝟮

2.2K 286 73
                                    

Se mantuvo quieta, mirando a la omega caminar elegantemente hacia ella. Su respiración se detuvo sin siquiera haberse dado cuenta, su atención se centró en la princesa que se movía con gracia y belleza. Anna tragó el nudo que se había formado en su garganta, sintiendo como todo se desvanecía a su alrededor con cada paso que la omega daba.

Cuando la princesa finalmente llegó a su lado, ni siquiera le dirigió la mirada. Y Anna estuvo agradecida por eso, no quería ver al intenso azul en ese momento. Anna no prestó atención a nada de lo que estaba pasando después de eso.

Se sintió como si estuviera mirando desde la distancia, todos se movían a su alrededor, pero ella solo observó. Con una vista nublada, inundada de feromonas nerviosas, Anna reconocía aquel asqueroso olor por parte de la omega. Su aroma siempre siendo demasiado, la omega ahora parecía estar temblando de nervios, por lo que sus feromonas se volvían menos agradables.

Admiró con una expresión aburrida el transcurso de la ceremonia, sus labios solamente se abrieron cuando tuvieron que hacerlo. Y no miró ni un instante a la princesa a la cara. No era ajena a que ella misma estaba soltando sus feromonas irritadas, pero tampoco era algo que podía evitar. Le temblaban las manos de furia, todo desarrollándose frente a ella sin poder hacer nada.

Observó impasible a las personas moverse a través del salón. Solamente cambió su expresión a una sonrisa falsa cuando alguien se acercaba para transmitir sus felicitaciones y buenos deseos. Anna sonriendo con tanta fuerza que hasta sentía dolor en la cara, lo cual era un buen distractor para el dulce aroma exagerado que la omega soltaba.

No habían hablado nada, ni un hola desde que se vieron frente a frente delante de un montón de gente que esperaban ver una hermosa historia de amor naciendo. Y todo era una completa mentira. Anna odió cada momento de ese día.

Desde que se levantó, cuando todos le daban aquella mirada feliz, sabiendo que sería el día más importante de su vida. Y todos le decían que debía ser el más feliz también.

Pero solo sería feliz para los enamorados. A ella no se le dio elección, entonces tenía que cargar con todo eso. Y tenía que hacerlo con esa falsa sonrisa, tragándose su molestia mientras recibía a las diferentes personas emocionadas por ella.

Anna observó más allá, donde los guardias estaban firmemente formados en diferentes lugares cerca de las paredes del gran salón. Podía reconocer a Hans, quien le daba una enorme sonrisa, había sido uno de los que se acercó a ella para decirle lo hermoso que se veía todo, tan real. Y Anna casi escupe con furia en la cara del niño diciéndole que todo era una tortura, casi. Kristoff también estaba ahí, dándole su mirada de lástima a la distancia.

El ambiente era brillante, su madre había convertido todo en algo hermoso. Pero Anna siempre había odiado las celebraciones, se irritó con las multitudes en los eventos. No le gustó llamar la atención de esa forma.

Odió estar ahí con una omega que no quería.


—Anna —miró por sobre su hombro para encontrarse con la despreciable cara de Agnarr—, me alegra encontrarte —Anna frunció el ceño, apartando la mirada—. Sabes, no te he visto mucho por la fiesta. Pensé que eras alguien más—

—¿Qué quieres, Agnarr? —interrumpió con un gruñido. No estaba dispuesta a soportar más de este hombre.

—Oh, tranquila —él habló, más apagado que antes—. No queremos arruinar la preciosa boda de mi princesa.


Anna gruñó una vez más, sentía la ira hervir dentro de ella. Apretó los labios con fuerza, girándose para encarar al hombre. Agnarr sonreía deslumbrante, pasando una mano por su hombro. Anna estuvo a punto de retirar aquella mano, pero sonrió cuando sintió algunas miradas sobre ellos.


𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍ʼ 𝐘𝐎𝐔 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚Where stories live. Discover now