𝟭𝟱

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Nunca estuvo más feliz de haber tenido tierra a sus pies, Anna se permitió saltar apenas su barco se estrelló en los puertos, brincó con emoción hacia la tierra de Dunbroch. Recibió más de un par de miradas extrañadas, la reina luciendo como una niña, pero no le importó en ese momento.

El suelo crujió bajo sus botas, la reina respiró hondo. El aire limpio inundó sus pulmones, sus manos se posaron en sus caderas mientras su pecho se alzaba para dar gracias a los dioses por haber llegado a tierra al fin.

Se permitió un rato así, ignorando todo a su alrededor. Pero cuando el sonido de la plancha de madera golpeó en el muelle también, Anna saltó para girarse hacia donde todos descendían con cuidado.

La omega le estaba dando una mirada ceñuda, siendo abordada por un par de guardias betas que estuvieron contentos de servir mientras seguía el paso de Anna. La omega se detuvo a su lado, Hans había llegado en el próximo segundo, mirando con respeto hacia la omega también.


Fueron casi tres días en el barco al lado de la omega, Anna podía sentir que se le escapaba la vida la segunda noche que se quedó con la princesa en el camarote. Las fuertes feromonas de la princesa estaban por todos lados e incluso se hacían más fuertes cuando la niña dormía. No era algo que pudiera controlar, lo sabía. La princesa hasta hace poco ni siquiera tenía idea de que era omega, Anna sabía eso también. Pero era irritante estar rodeada del aroma condenadamente exagerado de la omega.

Tal vez era porque había pasado demasiado tiempo a su lado, pero creía que nunca había llegado a oler algo más dulce. Y no era un dulce que te haría llenarte de calidez, era un aroma dulce tan irritante, empalagoso, molesto. Anna no podía estar tanto tiempo al lado de la omega, solamente podría soportarla unas horas.

Unidas en matrimonio para siempre.


Recordó, su irritación alcanzó niveles exagerados. No sabía como aguantaría todo el tiempo fuera de Arendelle, donde constantemente tendría que pasarlo al lado de la omega, de otra forma no podrían lucir aquel hermoso matrimonio que todos esperaban que fuera. Era la nueva unión, una poderosa alfa con su preciosa omega; era una relación que todos querrían ver. Anna estaba ahí para hacerlo ver. Era su tarea ahora, como cada tarea que tenía cuando salía de Arendelle a una nueva nación.

Era algo que Anna debía hacer, quería o no.

Si fuera cualquier otra cosa, sería sencillo. Anna se había relacionado con molestos alfas, incluso con omegas, siempre manteniendo distancia, claro. Pero había hecho cosas como tareas para su padre de las que no estaba del todo gustosa, había aprendido a ser la persona que querían ver, había practicado durante toda su vida para esto. Pero era más difícil esta cosa.

Era más difícil para Anna mantener la cabeza fría cuando la omega estaba cerca.

Y la omega debía mantenerse cerca para esto.

Anna no podía ignorarla como hacia todo el tiempo en el castillo. No podía evitarla encerrándose en otros lugares. No podía huir de las comidas o las cenas. No aquí, en otra nación, donde tenía la tarea de mostrar que era una verdadera reina comprometida ahora.

Fue fácil en Arendelle, era su propio reino, estaba rodeada de su propia gente. Y le importaba menos lo que los sirvientes o guardias hablaran, porque finalmente era la reina de Arendelle. Y podía controlar los rumores si quisiera. Pero aquí estaban en otra nación, rodeado de gente poderosa al igual que ella, no podía controlar tanto lo que decían.

El sol comenzaba a ponerse, el atardecer en Dunbroch también era hermoso, pero Anna sabía que no tendría tiempo de disfrutarlo. Estaban siendo escoltados por las filas de guardias de Dunbroch, su propia gente caminando detrás de ella con cuidado. Se les habían dado órdenes antes de descender, por lo que cada quien tenía su lugar mientras avanzaban.

𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍ʼ 𝐘𝐎𝐔 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚Where stories live. Discover now