𝟮𝟴

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Se pasó las manos por el cabello mientras continuaba moviéndose alrededor de su escritorio. Había estado dándole vueltas una vez, otra vez, tantas veces; hasta el cansancio.

Había una pila de documentos en su escritorio, recientemente resueltos. Todas sus tareas habían sido terminadas pues no había dormido absolutamente nada.

Estaba cansada, hastiada, no podía quedarse tranquila. Y aún así, no pudo quedarse dormida. Cada vez que se sentaba tratando de poner su mente en blanco, llegaba la voz de Agnarr diciéndole que era igual que él.

Anna gruñó, volviendo a pasarse las manos sudorosas por la chaqueta.

Contempló afuera a través de la ventana abierta, el sol se levantaba brillante más allá de las montañas. Sería un día soleado, agradable para salir a dar un paseo.

Anna había planeado este día también, tuvo mucho tiempo al no dormir nada. Pensó, pensó para luego pensar más.

Se sintió culpable. Y horrible. Pero también recordó las palabras de Kristoff diciéndole que había sido una desgraciada con la princesa desde que llegó. Lo cual era cierto. Y Anna tenía que cambiar su actitud para hacerla querer quedarse.

Manipulación.

Iba a ser más fácil para Anna si lo llamaba cortejo como Kristoff había dicho.

Había mandado a llamar a Kai temprano para hacerle saber que estaría tomando sus alimentos al lado de la omega en el comedor. Y deseaba que todo fuera impecable. Recibió una mirada extraña del beta, Anna no lo culpaba, hasta ella se sintió extraña. Pero sus órdenes se estaban llevando a cabo. Y en poco, estaría al lado de la princesa.

Había analizado la conversación que tendría, Anna la repitió en su cabeza e incluso en voz alta, demasiadas veces como para aprenderla.

La voz de Kristoff diciéndole que tenía que ser amable llegó a su cabeza constantemente.

Sería tan complicado, pero Anna trataría. Solo esperaba que la niña también cooperara, Anna no soportaba su actitud de malcriada.

Suspiró, golpeándose suavemente en la frente. También se dijo que sería más paciente. Porque según Kristoff su actitud era la de una maldita todo el tiempo. Podría tener razón, pero Anna seguía pensando que la omega solamente sacaba su peor parte.

La verdadera.

Sacudió su cabeza con fuerza, puso las palmas sobre el escritorio, Anna se repitió una vez más en voz alta que lo haría bien. Necesitaba ese ánimo, esa confianza. No podía temblar por ver a la omega.

No era la primera vez.

Pero sí se sintió diferente.

Desde que Agnarr le había confesado la mentira hacia la princesa, Anna le encontró diferente. Estaba horrorizada por como su cuerpo reaccionaba.

Nunca le había pasado.

Y no había querido pensar demasiado en el asunto de las almas gemelas, aunque fue inevitable no hacerlo, después de todo, lo que estaba haciendo era debido a eso. Anna no podía permitir que la princesa se fuera.

¿Por qué?

Parte de ella se sentía asqueada porque parecía que solamente lo estaba haciendo por beneficio propio. Para no sufrir como lo haría alguien que fue rechazado por su pareja predestinada.

Y esa parte culpable en ella, era la que le impedía avanzar.

Se echó en su silla, poniéndose las manos sobre el pecho para sentir su corazón latir deprisa. Estaba inquieta. Tenía miedo de lo que vendría.

𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍ʼ 𝐘𝐎𝐔 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚Where stories live. Discover now