𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐈𝐍ʼ 𝐘𝐎𝐔 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚

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Anna estaba acostumbrada a recibir miradas. Siendo una alfa hermosa, poderosa, elegante; fue normal obtener atención, aunque no fue deseada, vivió bien con eso. Su instinto alfa por otro lado, adoraba ser reconocido. Anna nunca se sintió intimidada, un poco abrumada en algunas ocasiones, pero nunca intimidada.

Siempre tuvo seguridad, confianza, valentía. Lo que siempre le llevaba a mantener la cabeza en alto, la futura reina de Arendelle nunca fue de sentirse temerosa de otros. Pero en esta ocasión, había resbalado un poco.

No entendió la razón por la cual la familia real de Corona, los padres de la princesa Elsa, le miraban como si fuera el siguiente platillo en la cena.

Y Anna solo quería terminar con cualquier cosa que a esta familia le interesara. Primeramente pensó que la omega había dicho algo, pero al ver las sonrisas de Agnarr, comprendió que no sería algo malo, sino bueno. Y la niña seguramente no hablaría cosas buenas de Anna a sus padres, así que lo descartó. Pero había algo ahí que no le gustaba.

Aún así, después de volver al evento principal al lado de la omega; una omega más amable, menos hostil, que le regaló sonrisas sinceras. Anna sintió como su pecho se calentaba con cada momento que pasaba al lado de la princesa. Una sensación extraña, nuevo para ella, pero sin duda, se sintió bien.

Por primera vez, un omega no le estaba resultando demasiado desagradable. Aunque al principio había sido totalmente otra cosa. La conversación mirando las linternas flotantes había cambiado su forma de ver a la omega. Y creía también que con eso estaba recibiendo el perdón de la princesa aunque su instinto alfa gritara que no había nada para perdonar, Anna sintió que su mal estaba enterrado.

Anna se movió de un lugar a otro, nunca olvidando que estaba ahí por una razón en particular. Ser sociable era de sus fuertes, o así lo logró. Le gustaba hablar, sabía de que hablar, tuvo una manera de hacer que las personas le dieran lo que quería. Y en ese momento, lo que quería era crear fuertes alianzas para Arendelle. Después de todo, siempre habían sido sus tareas.

Ella se concentró solamente en eso por el resto de la noche, olvidando a la omega. No tenía caso pensar en la niña. Solamente se habían arreglado. Y el asunto quedó olvidado, para su bien. Pensar en esa omega era lo único que había hecho en las últimas semanas, no lo único, pero estuvo bastante presente en su cabeza, con todo esto enterrado, Anna podía continuar. Sin mortificarse por nada más.

Entonces Anna partió al amanecer. Por supuesto, habiéndose despedido de la familia real de Corona, la omega no estuvo ahí. Los reyes mencionaron que la princesa tenía otras ocupaciones, a Anna no le importaba nada de eso, así que solamente dio unas alargadas charlas acerca de lo bien que la había pasado, nuevamente agradeció por la invitación, deseó buenas cosas, prometió volver en algún momento en el que fuera bienvenida. Y se marchó. No quería estar más en Corona, aunque bien fue un hermoso sitio para pasar un tiempo, no era su lugar.

Sintió la necesidad de estar en Arendelle, su fiel hogar que le esperaba. Y ella tenía ansias de contarle a su padre lo bien que la pasó en Corona. Sus ánimos, que había perdido por un tiempo, habían vuelto. Y ella de nuevo se sintió brillante. Con una agradable sensación que le inundaba.

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Su alegría en Arendelle no duró mucho. Y Anna debió esperarlo.

Si bien las cosas en su familia se habían enfriado, fue recibida por la solicitud de integrarse en la sala, donde una reunión se estaba llevando a cabo. Anna tuvo que ir hacia ahí de inmediato, escuchando de nuevo las aburridas voces de su corte. Nuevamente estaban proponiendo sus estupideces.