Han pasado 4 años desde que los señores Ning fueron asaltados y asesinados en su propia casa. Su asesino huyó dejando por descuido a dos menores y un gran trauma en la no tan pequeña Boreum.
Hasta el día de hoy, ella a criado a su hermano como si fu...
San acababa de llegar el antepenúltimo al café en el que todos, a excepción de Seonghwa y Yeosang, habían sido citados. Estos dos iban a ser informados de todo lo queplaneasen. La verdad es que, tanto la organizadora como Choi, querían que todo estuviese perfecto.
— Por fin llegas — dice el chico sobando su flequillo recto y corto.
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Todos, menos él, Mirae y Yunho se encuentran en la mesa de la izquierda, junto al cristal. El moreno saluda con la mano mientras que se acerca a ellos despreocupado por haber hecho perder el tiempo. De los cuatro en la mesa, Jongho es el único que está sumergido en su teléfono jugando a algo que es imposible de saber únicamente por el movimiento de sus pulgares.
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— Perdón por llegar tarde —al llegar, hace una reverencia que, a decir verdad, no tiene pinta de ser la más sincera y sigue hablando—. Salimos a comer y no me di cuenta de la hora que era.
— ¿Te preguntó algo o sospecha? — se preocupó Wooyoung, recientemente rubio.
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— No —imita una improvisada pronunciación en inglés—. La dije que dentro de nada es el cumpleaños de mi padre, así que tenía que salir a comprar su regalo.
Los chicos sonríen contentos de que su plan o, por lo menos, la intención que está aún por perfeccionar, no haya sido descubierta antes de tiempo. San da golpecitos en el aire a algo imaginario y Mingi entiende que debe interrumpir al más pequeño en su importantísima tarea para que haga hueco y, así, él poder dejar un sitio a San en su banca.
