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La ventana lateral deslumbró los ojos de Boreum. ¿Qué había pasado la noche anterior?

Su hermano ya no se encontraba en el sillón donde dormía la última vez, pero ella al contrario, despertó en el sofá, y por si había dudas, Seonghwa seguía roncando a su lado.

« Seonghwa a dormido conmigo... »

Su cara estaba totalmente relajada y su rostro palido daba la imágen de un ángel. Ésta se sentó en el borde y miró aún con sueño a su alrededor, era sábado... Hwa se removió en el sitió, posicionándose de lado y juntando sus manos cerca de su cara, aún estaba dormido, o eso parecía cuando agarró la mano de la chica por sorpresa.

- ¿Llevas mucho tiempo despierta? - susurró. Su voz estaba más grave de lo normal y sus ojos aún luchaban por permanecer pegados.

- Solo unos minutos - respondió sonriente.

El mayor asintió y se desperezó, hacía muchos ruidos graciosos, se notaba que había dormido bien.

- Voy a despertar a Suil - salió de su campo de vista rápidamente, dirección a su habitación.

En el transcurso del tiempo en el que la morena se levantó y entraba en la habitación compartida con su hermano llamaron a la puerta, no era tan temprano, a decir verdad ellos habían dormido hasta muy tarde.

Seonghwa se levantó restregándose uno de los ojos para abrir mientras ella conseguía despegar las sábanas de Suil. Se volvió a escuchar el timbre por segunda vez y al minuto abrió la puerta.

- Toma Boreum. Lo dejaron en mi buzón por... -San vió a aquella figura masculina frente a él, ahora con cara confusa, sorprendida y sin respiración de golpe- ...error.

- ¿Qué haces aquí? - por otro lado, San estaba molesto. Toda la noche en casa de Wooyoung se le vino a la mente, donde la parejita estuvo muy cerca y unida.

Solo pasaron 2 segundos para que le respondiese, pero en todo ese lapso de tiempo San había pensado, sin excepción, en todas las cosas indebidamente íntimas entre ella y el sujeto frente a él. ¿A qué juego estas jugando Ning?

- Vivo aquí -se giró noventa grados a la izquierda, señalando la puerta justo enfrente- ¿Y tu? - la voz seca y áspera de San daba a entender que no le agradaba ni un poco aquella situación.

Seonghwa solo tendría que decir unas pocas palabras para confirmar aquella teoría que él había formado en su cabeza. Mientras, se hallaban parados, uno frente a otro, midiéndose con la vista, como si sus pupilas hubiesen mutado y ahora fuesen pistolas tanteandose, hasta ver cuál será la primera en disparar.

- Me quedé a dormir... - soltó serio, a la vez que independientemente, su boca se frunció en una pequeña sonrisa de victoria, fugaz a la vista.

Y se había confirmado. No la había importado ni un poco que su hermano estuviese presente en la casa, o tal vez ni estuviese, pero daba igual. Boreum había estado jugando con un corazón sin saberlo, o tal vez dos, o tal vez sí solo fuese uno, pero no se sabía cuál iba a ser el desafortunado.

Choi asintió con el mismo semblante y le tendió las cartas al más alto. Cuando este las cogió, él bajó las escaleras, llevaba una bolsa negra y mucha prisa de repente.

𝘠𝘰𝘶 𝘓𝘰𝘰𝘬 𝘓𝘪𝘬𝘦...                 « 𝐂𝐡𝐨𝐢 𝐒𝐚𝐧 »Where stories live. Discover now