45 [Mton]

926 104 75
                                    

El sol cegador no dejaba ver nada de nada. Todo el escenario anterior se había vuelto de un color blanco, y por mucho que pestañease, nada cambiaba. Al instante, una sensación fría, quizás una ráfaga de viento, volaba hacia atrás su cabellera oscura. Con un pestañeo más intenso, los colores claros se transformaron en un bonito prado verde, con árboles altos y robustos.

A diferencia del anterior sueño, en este su melena estaba ondulada, sus pies descalzos y llevaba puesto un vestido blanco de volantes

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

A diferencia del anterior sueño, en este su melena estaba ondulada, sus pies descalzos y llevaba puesto un vestido blanco de volantes. Nunca antes se había imaginado así. No era un típico sueño suyo, mejor dicho, ella no tenía sueños bonitos desde hacia ya bastante tiempo. Directamente, o sus sueños se volvían espantosos, o no soñaba, por lo que este todavía estaba a tiempo de acabar igual.

Llegados a un punto donde, tanto a la derecha como a la izquierda, todo estaba repleto de plantas y árboles de hoja perenne, se detuvo. ¿Por dónde debía seguir su camino? Una vez más, una ligera ráfaga azotó su rostro. Esta venía del noreste, por lo que algo en su interior decidió tomar aquél rumbo. Con el tiempo, sus pies se iban haciendo pesados, hasta que llegó a un claro, ni una sola planta alta más. Miró por en todas las direcciones, ya que no se podía mover, y ese dato tampoco la importó mucho al sentir unos brazos atarse a su estómago. Como era normal por la sorpresa, soltó un pequeño grito ahogado. Solo era Suil. ¿Ambos estaban perdidos?

- Noona, te voy a echar de menos - habló apretando más su agarre.

Boreum asió las manos que quedaban por delante y sonrió. No entendía el porqué de esa oración, igualmente aquél sueño parecía tener vida propia pues sus palabras o actos no coincidían con sus pensamientos.

- Yo también a tí, Suil -dijo-. Ten cuidado.

- Eres muy importante para mí.

Las manos se soltaron, entonces los ojos de la chica voltearon para buscar los de su hermano, los cuales, aunque en ningún momento se habían centrado en los de ella, no la miraban, sino que miraban al frente. Fue ahí cuando ambos Ning la vieron: Moong estaba parada más a lante, girando en el sitio, mientras husmeaba el cielo color turquesa. Suil no tardó en echar el paso hacia ella y, aunque Boreum se alarmó debido a esto, no hizo nada para impedírselo. Sentía en su pecho una presión extraña pero, ¿debido a qué era?

Cuando ambos se encontraron, vieron a la mayor con una amplia sonrisa. Al segundo, el cuerpo de San apareció por su izquierda. En aquél lugar, Choi mantenía su pelo color rubio, y este ondeaba dependiente del movimiento circular que llevaba al rededor de ella. Giraba la cabeza siguiendo al menor y cuando este se paró en seco frente a ella, la tendió la mano. Las comisuras de su boca subieron animadas mientras procesaba aquello. San se veía neutro, confiado de que su palma fuese ocupada por la otra, la cuál, poco a poco, se acercaba.

𝘠𝘰𝘶 𝘓𝘰𝘰𝘬 𝘓𝘪𝘬𝘦...                 « 𝐂𝐡𝐨𝐢 𝐒𝐚𝐧 »Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz