Capitulo 27

217 23 4
                                    

Maratón  1/3

Cuando Ruggero salió del baño con una toalla atada a la cintura, Helena le estaba esperando sentada en la cama.

-Espera un momento -Ruggero agarró un traje del armario, volvió al baño y se vistió rápidamente. Así, al menos, estaría vestido para el ensayo de por la tarde y para la conversación.

Helena le dio una copa de vino y él se sentó en la silla del escritorio, al otro lado de la habitación.

Helena se mordió el labio, bebió otro sorbo de vino y dijo:

-Ruggero, lo que te voy a contar lo sabe muy poca gente.

-Está bien.

-Pero creo que es importante que lo sepas tú. Puede que así comprendas porqué Karol se ha convertido en... esta Karol.

Debía de tratarse de algo excepcional si podía explicar como la liberada y encantadora chica de ocho años atrás se había convertido en la mujer que le había dejado plantado en la carretera ese día.

-Bien, pues dímelo.

Helena tomó aire.

-Ahí va. Ocurrió un mes, más o menos, antes del cumpleaños de Karol y antes de que tú te fueras. Yo tenía dieciséis años y era idiota. Y esto último es importante-Helena bajó la cabeza y se miró las manos-. Una noche que papá había salido, Karol se quedó de niñera conmigo; a pesar, por supuesto, de que le había dicho a mi padre mil veces que las chicas de dieciséis no necesitaban niñera. Pero mi padre era muy obstinado en eso, dejó a Karol a cargo de mí y, como siempre, la hizo responsable de todo lo que ocurriera mientras él estaba ausente.

-Si, típico de tu padre -murmuró Ruggero, preguntándose adónde conduciría aquello-. Supongo que ocurrió algo esa noche, ¿no?

-Yo... Yo quería salir. Le pedí a Karol que me dejará y ella dijo que no, yo no dejé de insistir y, al final, la convencí. Había quedado con un chico del colegio dos años por delante de mi; pero como sabía que a Karol no le caía bien, no le dije que iba a salir con el.

Ruggero tuvo un mal presentimiento en ese momento.

-¿Que pasó? -preguntó con voz ronca.

-El chico me llevó a casa de unos amigos suyos. En la casa habia cervezas y otras cosas. Cuando quise darme cuenta... -Helena se pasó una mano por los ojos-. En fin, me dijeron que la culpa era mía, que yo había dicho que sí aunque no recordará. Estaba tan avergonzada de mí misma que no se lo dije a nadie, ni a Karol... hasta seis semanas después.

-¿La noche del cumpleaños de Karol ? -dijo Ruggero, casi seguro de ello.

De repente, recordó que Karol había estado llorando cuando escaló hasta su ventana para decirle que se iba y para pedirle que se fuera con él. Karol le había dicho que no y el había supuesto que prefería quedarse.

-Si. No tenía que decírselo a nadie, pero... estaba embarazada.

Ruggero soltó el aire que había estado conteniendo en los pulmones.

-Oh, Helena...

-Sí, lo sé. Así que se lo dije a Karol y le pedí que se lo dijera a papá. Después de un tiempo, me enviaron fuera hasta que nació la niña.

SU LUGAR EN EL MUNDO Where stories live. Discover now