Capitulo 9

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Aina.

Mamá está sentada en el sofá escribiendo en su ordenador con notable habilidad. Esta tan concentrada en su trabajo que no se da cuenta de nuestra presencia. Ni porque hemos hecho ruido al entrar a la sala.
Esto es algo muy común en ella. Suele desconectar toda la atención de su alrededor para concentrarla en ese pequeño ordenador que contiene años de arduo trabajó.

— Mederith los niños han llegado. — anuncia la abuela. Mamá despega la vista de su ordenador, me ve a mí y después a Even.

Su expresión dice más que mil palabras, la presencia de Even no le hace mucha gracia. Tiene el ceño fruncido y no lo deja de analizar una y otra vez. No la culpó, mamá es amante de la elegancia, odia los jeans, las playeras y los tenis de piso. Vestimenta común en Even.

Aunque a mí parecer se ve bastante bien. Es de esa clase de chicos que, aunque vista jeans desgastados, playeras sin estampados, convers negros y chaqueta negra de cuero se ve perfecto. Por algo todas las chicas de la universidad lo buscan.

Mamá deja su ordenador en la mesita que tiene a su lado, se levanta y camina con elegancia hasta mí. Lleva puesto un elegante vestido negro que hace resaltar la joyería que trae encima. Su cabello perfectamente peinado en un chongo que impide que algún cabello se levanté y sus impotentes zapatillas de tacón resuenan sobre el piso con cada paso que da. Todo en ella es perfección.

— Bienvenida a casa hija mía. — saluda con una simple sonrisa. Mamá a diferencia de la abuela, de Rita y de Tom nunca me recibe con los brazos abiertos a la espera de un abrazo.

— Gracias madre.

Mamá es la única que sabe de mi problema emocional así que con ella no tengo porque fingir. La abuela pone su mano en mi espalda y me acaricia. Todo mundo cree que estoy molesta con mamá por el hecho de que me mandó a otra ciudad. Lo que nadie sabe es que en realidad no Intento fingir frente a ella.

— Tu debes ser el novio de Aina.

— Así es, mucho gusto me llamo Even. Even Fares.

Mamá estira la mano para estrechar la mano de Even, desconcertado Even levanta su mano y estrecha la de mi madre. No creí que hiciera eso. Por lo regular no le importa parecer arrogante ante los demás.
Si una persona no es de su agrado no hace el minio intento de socializar con ese alguien.

— Aina necesito hablar contigo, ahora mismo. — le da un último vistazo a Even y sale de la sala. Observo cómo se marcha y da vuelta en la derecha donde se encuentra su despachó.

— Corre hija, sabes que a tu madre no le gusta esperar. — dice la abuela. Veo a Even intentando preguntar sino tiene problema con que lo deje un momento solo. Al parecer capta mi mensaje ya que sonríe.

— Anda ve, no te preocupes por mí, estaré bien. — asiento y beso sus labios sin importar que la abuela este presente. Even parece estar más sorprendido ante mi acto que la abuela.

— Cuida de él abuela. — digo y ella asiente con una sonrisa.

Sin más me marchó escuchando como la abuela le dice a Even que la siga para que le muestre la casa.

Voy hasta el despacho y entro sin tocar la puerta. Mamá me ve y señala la silla que está frente a su escritorio para que me siente y así lo hago.
— En donde lo conociste. — pregunta de inmediato. Aunque no me diga el nombre sé que se refiere a Even así que contestó.

— En la universidad. — mamá talla su frente recargando su espalda en el respaldo de la silla y me ve.

— Siquiera has visto sus fachas. — pronuncia horrorizada.

Ayúdame a Sentir (Finalizada) Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ