Capitulo 6

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Aina

Observó detenidamente las familias que se encuentran disfrutando de las instalaciones de está heladería. Todos los padres que se encuentra con sus hijos riendo y jugando dejan al descubierto la felicidad que sienten por vivir dicho momento al lado de sus seres queridos.

Intento cavar en lo más profundo de mis recuerdos un día familiar como el de estas familias, pero por más que lo hago se perfectamente que no encontraré nada pues nunca existió un día así.

Cómo siempre mamá nunca tenía tiempo para estas cosas ya que su trabajo consumía la mayor parte de su tiempo.

Papá era el único que dejaba de lado su trabajo para estar conmigo, según él los mejores recuerdos se atesoran en la infancia y eso es lo que hacíamos, hasta que se divorció de mamá y nunca más lo volví a ver.

- Hey! Te encuentras bien. - pregunta Even haciendo que vuelva a la realidad. Desvío la mirada de todas estas familias y asiento.

- Si estoy bien.

- De acuerdo... - dice un tanto dudoso.
- Ven vamos a sentarnos.

Sujeta mi mano y me lleva a una mesa que está cerca de los toboganes infantiles.

Puedo asegurar que nunca en mi corta vida había visto un lugar como esté. Es tan... Llamativo y extraño.
El techo es color azul con un montón de nubes dibujadas, parece un verdadero cielo. Las paredes son color crema con muchos unicornios y ponys estampados por todos lados. Las mesas tienen forma de rosquillas y los asientos forma de tazas.
Lo único normal es el piso de color blanco.

- Como es que conoces este lugar.

Por la apariencia de Even y por todo lo que se habla de él en la universidad nunca me hubieras imaginado que visitará lugares como esté... tan infantiles y extraños.

Even sonríe del lado y observa las instalaciones del lugar.
- Una amiga encontró este lugar por internet, es amante de esos caballos coloridos. Como no quiso venir sola me arrastró hasta aquí y debo decir que no me arrepiento porqué los helados son fantásticos. Te lo aseguro.

Sus ojos tienen ese brillo particular que todas las personas denotan al estar felices. Supongo que el recuerdo le es agradable y le gusta contar dicha anécdota vida con su amiga.

- No sabía que tenías amigas, creí que yo era la única.

Even enarca una ceja, agranda su sonrisa y se acerca a mi rostro.

- Acaso estás celosa.

Pienso en las posibilidades de su pregunta, pero niego al no encontrar algo diferente en mi interior.

- No, en realidad no.

Even suelta una ruidosa carcajada y despeina mi cabello. No entiendo el significado de su acto ¿Cuál es el chiste de haber despeinado mi cabello?

¿Que se supone que se hace en estos casos, reír, llorar o molestarse? Nunca he visto este acto en las películas, ni mucho menos lo he leído en libros. Al no tener una respuesta clara acerco mi mano a su cabellera negra y la despeinó de la mismo forma que él lo hizo con la mía. Even sonríe del lado y recarga su rostro en la palma de su mano sin quitarme la mirada de encima.

- Espérame aquí, iré por los helados. - dice mientras se levanta de su lugar, me da una última mirada y con un suspiro va hasta el mostrador para comprar nuestros helados.

Con la mirada vuelvo a recorrer todo el lugar encontrando una sola cosa en todas estas personas.

Felicidad.

Ayúdame a Sentir (Finalizada) Where stories live. Discover now