Capitulo 5

1.3K 127 11
                                    

Even

— Even, Even, Even. — escucho que pronuncian mi nombre a lo lejos.

Me remuevo en la cama aferrando mis brazos al delicado cuerpo que se encuentra frente a mí y acaricio sus muslos disfrutando de la suavidad de su piel. Recorro su cuerpo hasta llegar a sus redondos y firmes pechos y los aprieto.

— Even será mejor que me sueltes. — escucho la demandante voz femenina frente a mí.

¿Pero qué diablos?

Abro mis ojos exaltado por aquella delicada voz y recorro todo el lugar con la mirada. No estoy en mi departamento ni mucho menos en mi dormitorio.

Observo todo a mi alrededor y me tranquilizo al recordar donde estoy. Ayer me quedé a dormir en el dormitorio de Aina.

Por el rabillo de mis ojos noto como me observa con su típico semblante serio y desinteresado. Me vuelvo acostar sobre la cama y cubro mis ojos con el dorso de mi brazo para que la luz del día no me moleste más.

— Tuviste una pesadilla. — pregunta Aina intentado quitar mi brazo de mi rostro para que la vea.

— No — me limito a contestar.

Normalmente no acostumbro a dormir con alguna chica después de tener sexo, ellas siempre se terminan yendo de mi apartamento o yo del suyo. Aunque está vez es diferente ya que no tuve sexo con Aina.

Sin más remedio me levanto de la cama y me comienzo a vestir. Aina se sienta sobre el colchón, recarga su espalda en el respaldo de la cama y toma su celular del buró escribiendo cosas en él.

Me causa un poco de curiosidad saber con quién tanto envía mensajes si se supone que no tiene amigos.

Verla con el cabello enredado, sus labios ligeramente hinchados y su pijama arrugada por apenas despertar me excita. Abrochó mi pantalón y me subo sobre la cama gateando hasta donde se encuentra Aina. Sin dejar caer todo mi peso sobre ella comienzo a besar sus lindos labios.

Aina corresponde mi beso, sus labios se mueven al compás de los míos embriagando mi sistema nervioso con su dulce sabor. Sujeto sus manos y las pongo sobre mi pecho.

— Debes tocarme como si me desearás, como si estuvieras disfrutando del momento y ansiarás más. — digo por la necesitas de sentir sus suaves manos sobré mi cuerpo.

Aina recorre mi torso con sus delicadas manos. La puedo sentir tensa al recorrer mi cuerpo. Sé que se está esforzando por esto, pero el simple hecho de que no sienta nada con mis caricias me frustrado.

Por qué debo ser yo él que pierda la cabeza con sus caricias cuando ella no siente nada por mí. No sé si eso lástima mi orgullo o algo más allá que eso.

Sujeto sus muñecas y las coloco a cada lado de su cabeza.
— Llámame si necesitas algo. — digo mientras dejo un último beso sobre sus labios.

Me bajo de la cama, pongo mi playera y salgo por la ventana. Sin problema alguno bajo del edificio hasta el primer piso y me encaminó hasta dónde está mi auto. No es la primera vez que, bajo el edificio de este condominio, estoy acostumbrado a escabullirme a las habitaciones de las chicas.

Llegó a mi auto y me adentró al asiento del piloto. Enciendo el motor y prendo la radio intentando despejar mi mente.

Pegó mi frente en el volante y bajo una de mis manos hasta el bulto que sobresale de mi pantalón. Lo normal sería buscar a alguien que termine con mi frustración y me llené de placer en la cama. Cosa que siempre hago cuando una mujer no me complace lo suficiente.

Ayúdame a Sentir (Finalizada) Where stories live. Discover now