Aina
Feliz me levanto y abrazo a papá por hacer que me dé cuenta que amo a ese chico rebelde que no cree en el amor.
— Gracias papá... Te amo. — digo con sinceridad.
Papá me abraza con fuerza, como si tuviera miedo de que alguna vez desapareciera de su vida nuevamente.
— También te amo mi pequeña niña. — dice con cariño.
Me separó y estiró mi mano para que la sujete, con una risa papá lo hace y se levanta.
Caminamos agarrados de la mano como en los viejos tiempos, como cuando yo tenía tres años y papá me llevaba al parque o algún centro comercial.
Ambos entramos a su carro y nos disponemos a marchar al supermercado para comprar las cosas que necesitaremos para preparar la cena.— Quieres hacer una parada en algún lugar en específico. — pregunta papá, sin despejar la vista de enfrente niego.
— Vayamos al supermercado y después a casa.
— De acuerdo.
Prendo el radio sin encontrar alguna estación buena, cambio y cambio los canales que me comienzo a aburrir de estar buscando. Papá me observa y sujeta mi mano para darle un apretón cariñoso.
— Porque escapaste de clases, hay alguien que te moleste o no te gusta algo de la escuela. — papá me da miradas rápidas ya que no puede despegar por completo su vista de la carretera.
— Discutí con Even. Por eso escapé de clases y ya que últimamente tú me haces sentir cómoda decidí llamarte. — hablo con sinceridad. Papá prende las direccionales y da vuelta a la izquierda.
— ¿Haz discutido con Even? Puedo saber cuál es el motivo. — me recargo en el asiento mientras papá estaciona su carro y apaga el motor para que podamos bajar.
— Estaba hablando con un chico que se llama Tayler sobre lo idiota que se a comportado Even estos últimos días. — explico mientras salimos del auto y caminamos hasta la entrada del supermercado. — De la nada Even llegó hecho una furia y comenzó a golpear a Tayler sin motivo alguno, los separe y Even me arrastró fuera de las instalaciones para decir que soy... Una molestia.
Explico todo a la brevedad. No quiero alargar esto y que mi pecho vuelva a doler como en las tantas pasadas ocasiones.
— Eso dijo Even. — asiento tomando una bolsa de tomates rojos para ponerla dentro del carrito. — Tal vez lo malinterpretaste cariño. Even a veces puede ser muy explosivo y actúa sin pensar muy bien las cosas, pero es un buen chico.
Papá dice eso porque considera a Even como a un hijo, incluso a veces pienso que le tiene más aprecio a él que a mí.
— No lo creó. — digo molesta.
— Habla con él tranquilamente, sin pelear porque si él se altera y tú te alteras lo único que lograrán será terminar peleados. De acuerdo.
— De acuerdo. — digo sin más remedio.
Continuamos comprando todo lo necesario para la cena de esta noche. Ya que papá quiere hacer espagueti con albóndigas nos dirigimos a la sección de congelados, buscamos la carne molida y compramos un kilo ya que según papá Even suele ser un amante de las albóndigas.
— Se te antoja comer algún postre en específico después de la cena. — pregunta papá. Levanto la vista de las pastas y asiento.
— Quiero helado de chocolate. — papá ríe agarrando dos paquetes de espagueti.
— Comiste helado en el parque, aun así, quieres volver a comer helado de chocolate. — se burla. Yo tomo dos bolsas de tallarín y las hecho al carrito.
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Ayúdame a Sentir (Finalizada)
Teen FictionDespués de un accidente automovilístico Aina pierde sus sentimientos por culpa de un golpe en la cabeza. ¿La causa? Daño inexplicable en su sistema límbico. Por años, con ayuda de uno de los mejores doctores por medio de diferentes métodos intenta...