–Oh, ¿eres tú, Potty? Creí que eras Charlie –se alejó, fingiendo estar sorprendida. Harry rodó los ojos.– ¡Es broma, sé que eres tú!

Una mujer que Cassie reconoció como tía Muriel, se encontraba hablando con Ron.

—... y tienes el pelo demasiado largo, Ronald; al principio te he confundido con Ginevra. ¡Por las barbas de Merlín! ¿Cómo se ha vestido Xenophilius Lovegood? Parece una tortilla. ¿Y tú quién eres? —le espetó a Harry.

—¡Ah, sí! Tía Muriel, te presento a nuestro primo Barny.

—¿Otro Weasley? Vaya, se reproducen como gnomos. ¿Y Harry Potter? ¿No ha venido? Esperaba conocerlo. Creía que era amigo tuyo, Ronald. ¿O sólo alardeabas?

—No, es que... no ha podido venir.

—Mmm. Habrá dado alguna excusa, ¿no? Eso significa que no es tan idiota como aparenta en las fotografías de los periódicos –Cassie intentó disimular una risa, tía Muriel fijó sus ojos en ella– ¿Tú eres la novia de Ronald?

–¿Qué? –se espantaron los tres amigos.

–No lo creo... Demasiado paliducha y de baja estatura, ¿te criaron los duendes, querida? Da igual. Bueno, búscame un buen asiento, Ronald; tengo ciento siete años y no me conviene estar mucho rato de pie.

Ron le lanzó una elocuente mirada a Harry y Cassie al pasar junto a ellos y tardó un rato en reaparecer.

–¿Demasiado paliducha? –Cassie se hallaba demasiado ofendida.– ¿Y esa viejo murciélago qué se cree?

–Creo que eres hermosa, Cassie –le respondió Harry.

–Lo sé.

—Tía Muriel es una pesadilla —se quejó Ron, llegando junto a ellos —. Antes venía todos los años por Navidad, pero afortunadamente se ofendió porque Fred y George le pusieron una bomba fétida en la silla nada más sentarnos a cenar. Mi padre siempre dice que debe de haberlos desheredado. ¡Como si a ellos les importara eso! Al ritmo que van, se harán más ricos que cualquier otro miembro de la familia... ¡Atiza! —Parpadeó al ver a Hermione, que corría hacia ellos—. ¡Estás espectacular!

—Siempre ese tonito de sorpresa —se quejó Hermione, pero sonrió. Lucía un vaporoso vestido de color lila con zapatos de tacón a juego, y el cabello liso y reluciente—. Pues tu tía abuela Muriel no opina como tú. Me la he encontrado en la casa cuando fue a darle la diadema a Fleur, y ha dicho: «¡Cielos! ¿Ésta es la hija de muggles?», y añadió que tengo «mala postura y los tobillos flacuchos».

–Ni que lo digas, «Demasiado paliducha», «¿Fuiste criada por duendes?» –imitó la voz de tía Muriel, haciendo reír a Harry, Ron y Hermione– No es gracioso –refunfuñó.

—No te lo tomen como algo personal. Es grosera con todo el mundo —dijo Ron.

—¿Estáis hablando de Muriel? —preguntó George, que en ese momento salía con Fred de la carpa—. A mí acaba de decirme que tengo las orejas asimétricas. ¡Menuda arpía! Ojalá viviera todavía el viejo tío Bilius; te tronchabas con él en las bodas.

—¿No fue vuestro tío Bilius el que vio un Grim y murió veinticuatro horas más tarde? —preguntó Hermione.

—Bueno, sí. Al final de su vida se volvió un poco raro —concedió George.

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 ✓Where stories live. Discover now