9

6.8K 263 4
                                    

Esa tarde me había quedado dormida abrazada de Lauren. Cuando desperté, ella seguía dormida, así que decidí no moverme de mi posición para no molestarla.
Seguramente Lauren había tenido un mal día. No soy de las personas que insisten en preguntar qué pasa, pero eso no significa que no me preocupe por su bienestar. Quería hacer algo por ella, algo para las dos. Dios sabía que estos habían sido días difíciles para mi. Y tal vez para ella también. Nos vendría bien pasar un día juntas. Solo Lauren y yo, dejando todo atrás, al menos por un día.
-Lauren.- Traté de despertarla.- Lauren, despierta. Lauren, amor, despierta.
Fue abriendo poco a poco sus ojos y yo no pude más que sonreír al ver sus somnolientos ojos verdes.
-¿Qué pasa?- Preguntó.
-Has dormido toda la tarde.
-Y aún quiero dormir.- Dijo volviendo a cerrar los ojos.
-No, Lauren. Salgamos. Anda, pasemos el día juntas.- Dije, levantándome.
-¿A donde sugieres ir?
-No lo sé. Podemos ir a comer, a la feria, a la playa. No importa dónde, el punto es salir sólo tu y yo.- Yo la miraba animadamente y ella solo acariciaba mi mano, pensándolo.- Vamos, será divertido.
-Está bien. Tú ganas: salgamos. Pero yo elijo a dónde ir primero.
-Wii.- dije aplaudiendo.
A pesar de que íbamos a la par caminado tomadas de la mano, yo estaba yendo para donde Lauren me dirigía, hasta que llegamos a una parada de autobús y nos sentamos en la banca.
-¿A dónde iremos?- Pregunté.
-A la feria, después a comer y terminaremos a la playa.
-¿No podemos comer primero? Muero de hambre.- Sugerí haciendo puchero y Lauren me miró sonriendo.
-Número 1: tú siempre mueres de hambre. Número 2: no te dejaré comer antes de subirnos a la rueda de fortuna porque existe el riesgo de que vomites.
-¡¿Nos subiremos a eso?!- La comencé a golpear en el brazo.- Sabes que le tengo miedo, Lauren.
-Pues superaras ese miedo.
-No quiero superarlo.
-Pues lo harás. Oh, ahí viene nuestro transporte.- Dijo poniéndose de pie.
Subimos al autobús. Lauren pago el pasaje de ambas y nos sentamos juntas. Como Lauren es una excelente novia, me dejo el asiento junto a la ventanilla, porque sabe que, no importa lo feo que sea o que ya lo conozca, a mi me gusta mirar el paisaje.
Iba distraída viendo el paisaje hasta que sentí la mano de Lauren posarse en mi regazo y su cabeza en mi hombro. Yo la mire sonriendo pero ella no se percató de esto, no me importó y en cambio entrelace su mano con la mía. Cuando lo hice, Lauren volteo hacia mi y compartimos una sonrisa. Después volvió a acurrucar su cabeza en mi hombro.

Estábamos en la fila para subir a la rueda de la fortuna. Yo estaba nerviosa y mordía mis uñas. Realmente me daba miedo, no sé por qué.
-¿Enserio tenemos que subir a eso, Lauren?- Pregunté, esperanzada de poder cambiar su opinión.
Lauren notó que estaba nerviosa así que tomó mi cara entre sus manos y me besó. Admito que eso logro calmarme un poco.
-Tranquila, no pasará nada.- Me dijo con una expresión calmante en su cara y volvió a depositar un beso en mis labios. En verdad esperaba que cambiara de opinión.- Mira, ya nos toca.
Camine nerviosa hacia el juego y tome asiento junto a Lauren en la canastilla. Me sentía algo tonta al tenerle miedo a un juego mecánico. Tal vez no era tan mala idea subirme para superar ese miedo.
Una de mis manos la tenía aferrada a la mano de Lauren y la otra a un costado de la canastilla. Cerré mis ojos y mordí mi labio mientras íbamos subiendo.
-Oh, vamos, Camz. No es tan malo.- Me dijo Lauren.
-Shhh...
-Abre los ojos.
-No.
-Dices que te gusta ver los paisajes. Pues te estás perdiendo uno muy lindo.- Poco a poco abrí los ojos y me di cuenta que empezaba a atardecer.
-¡Es el atardecer! - Dije apuntando al cielo y sonriendo como niña pequeña. Lauren río ante esa reacción. El cielo era una mezcla de colores naranjas, amarillos y azules. Era hermoso. - Nunca había visto uno.
-Ni yo. Es muy lindo. - depositó un pequeño beso en mi hombro.
-¿Qué?- Pregunté ante el pequeño gesto que me pareció adorable.
-Te amo.
-Yo también.- la besé y me recargué en su hombro mientras la vuelta terminaba. El juego se detuvo un momento mientras nosotras estábamos en la cima. Agradecí eso pues podía, aunque sea por unos segundos, apreciar desde esa altura, el atardecer. Ya no tenía miedo.
-Lo hice. Superé ese miedo.- Le dije sonriente a Lauren cuando bajamos del juego.
-Eres muy valiente.- Dijo riendo, y apretando mi nariz.
-¿Ahora podemos ir por comida?
-¿Algodones de azúcar?
-¡Siii!
Lauren nos compro los algodones y fuimos dar una caminata en la playa mientras los comíamos. Las familias iban abandonando la playa puesto que se iba haciendo tarde, así que se iba quedando sola salvo por unos cuantos grupos de adolescentes y parejas. Es como si después de que el Sol se ocultara, la playa solo pudiera pertenecerle a parejas y fiesteros.
Habíamos salido tarde de la casa de Lauren, así que el día se nos estaba yendo muy rápido de nuestras manos. No quería que terminara.
-¿Sabes por qué quería que subieras al juego y superaras tu miedo?- Preguntó Lauren, sentándose en la arena.
-¿Por qué?- Dije sentándome a su lado.
-Quería hacer lo mismo que hiciste por mi.-Respondió tomando mi mano entre las suyas.
-¿Qué hice por ti?
-Me ayudaste a enfrentar un miedo. Verás, antes de conocerte, una parte de mi ya sabía que me gustaban las chicas, pero estaba aterrada y no acababa de aceptarlo. Después llegaste tú y pude enfrentar, aceptar ese hecho, porque creía que tal vez algún día estaría junto a ti. Y aquí estamos. - Acaricio mi mejilla y yo cerré los ojos ante su tacto cálido contra mi piel. Después la besé, pero este fue un beso largo, pase mi mano por su espalda y la presione contra mi para darle más profundidad al beso.
Después del beso, quedamos en un abrazo donde tenía mi cabeza recargada en su hombro.
-Odio no tener palabras para responder lo que me acabas de decir.- Confesé.
-No es necesario, Camila.- Dijo separándose.- Sólo quería que supieras.
-Entonces yo quiero que sepas que me siento muy afortunada de que tú seas la persona que amo. Me haces sentir muy especial, segura y querida.- La bese en la mejilla. Pero aun quería expresarle mis sentimientos, el problema era que no sabía las palabras correctas. De repente una canción vino a mi mente y tuve la solución.- Loving can hurt...- comencé a cantar.- Loving can hurt sometimes, but it's the only thing that I know. And when it's get hard, you know It can get hard sometimes . It is the only thing that makes us feel alive...
-We keep this love in a photograph...-se unió Lauren conmigo. Yo sonreí por eso pues su voz era muy hermosa.-We made these memories for ourselves. Where our eyes are never closing, hearts are never broken and times are forever frozen still...- realmente quería que esa ultima parte de la canción se hiciera realidad.
-So you can keep me inside the pocket of your ripped jeans...- Pronto sentí como si nosotras y nuestras voces fueran lo único en el mundo.-Holding me closer till our eyes meet. You won't ever be alone...Wait for me to come home...
-Loving can heal, Loving can mend your soul...- me sorprendí alegremente cuando Lauren comenzó a cantar la otra parte de la canción ella sola.- and is the only thing that I know. I swear it will get easier, remember that with piece of you and It's the only thing that we take with us when we die...
-We keep this love in a photo...- iba a continuar cantando de no ser que Lauren se abalanzó sobre mi a besarme.- si tan mal canto, solo tienes que decirme.- dije divertida.
-Tú, cantas hermoso. Podria escucharte cantar todo el día. La razón por la que te interrumpí fue porque sentí ganas de llorar ¿te gustaría que nuestra relación fuera algo así?
-¿A quien no le gustaría que su relación fuera como una canción de Ed Sheeran?
-Podemos hacerlo ¿no? "Corazones que no se rompan, ojos que no se cierren y el tiempo se congele"
Verdaderamente quería que el tiempo se congelara en ese momento. Era perfecto. Solo importábamos nosotras, no había ningún problema, más los que surgieran de nosotras y siempre podríamos resolver. Pero en el mundo real, en el nuestro, surgían problemas debido a quien escogíamos para amar y por más que quisiéramos eran inevitables. Simplemente no era justo. Pero claro que valía la pena intentarlo.
-Sí, podemos.

No, we're not friends [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora