4

8.2K 387 0
                                    

Estaba acomodando unas cosas en mi casillero cuando escuche la siguiente conversación:
-Oye, Austin ¿irás a la fiesta que Troy dará esta noche?
-No. Tengo una cita.- Respondió este.
-¿Con quien?- Pregunto el otro chico.
-Con Camila Cabello.- Sentí que el corazón se me caía hasta lo pies. Eche un vistazo a discreto a quien dijo. Ew. Austin. Ese sujeto era uno de "los chicos populares" de la escuela. En lo personal me parecía un idiota. ¿Por qué Camila saldría con é?
-Nunca escuche de ella.- Comento el otro chico.
-Es una preciosura, te digo.- Y se fueron.
¿Preciosura? Claro que Camila es una chica hermosa, pero no puedo explicar por qué me molesto que él se expresara sobre ella de esa manera. Como si ella fuera un trozo de carne o algo por el estilo.
De repente sentí el peso de la realidad: Camila saldría con él. En una cita. No pude evitar sentir que la sangre me hervía de celos al respecto. No podía dejar que eso pasara. No lo quería cerca de Camila. No confiaba en ese sujeto.
Cierre mi casillero y me recargue de espaldas en él, pensando en mi siguiente movimiento. La última vez que me acerque a Camila había sido muy bruscamente, lo admito. Esta vez necesitaría hacerlo mejor.
Mientras seguía pensando en lo que iba a hacer, vi a Dinah en su casillero que estaba justo enfrente de el mío. "Qué suerte" Pensé. Tal vez ella me podría ayudar.
-Dinah.- La llamé y ella volteo hacia mi.
-Oh, hola, Lauren.- Saludo. No se veía muy feliz de verme. Bueno, ella era la mejor amiga de Camila y obviamente ella le contó todo lo que había sucedido entre nosotras.- ¿Qué quieres?
-Necesito que me ayudes a recuperar a Camila.- Escupí sin rodeos.
-¿Qué? Oh no, Lauren. Estás loca.
-Por favor, Dinah.- Supliqué.- Enserio necesito que me ayudes.
-No, Lauren.-Dijo con expresión seria.- Heriste a Camila y ella ya no te quiere en su vida. Déjalo así.
-Yo la amo, Dinah.- Baje mi mirada al suelo.- Y ella a mi. Estoy segura. No estoy lista para renunciar a ella.- La voz se me fue cortando al final.
Dinah me dio una mirada comprensiva, entiendo un poco sobre como me sentía.
-¿Por qué no intentas volver a ser su amiga? Si te soy honesta, no creo que Camila necesite más drama de tu parte. No te ofendas.
-Diablos, no. No quiero ser su amiga.- Dije frustrada.- Quiero poder besarla, tomar su mano, abrazarla para calmar sus miedos... Vamos, quiero saber que ella es mía y que sepa que yo soy suya.- Sentí que las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos. Esto dolía mucho. Quería a Camila de vuelta y la amaba demasiado como para dejarla ir sin antes haber luchado por ella.
-Hey, tranquila...- trato de consolarme Dinah. No había notado que las lágrimas ya habían comenzado a salir.- Yo se que la quieres mucho...
-La amo.- Le corregí.
-Ella también te ama, Lauren. Me lo ha dicho y no tengo dudas al respecto.
-¿Cuál es el punto?- Pregunté.
-Lucha por ella. Conquístala como es debido. No esperes a que salte a tus brazos con tan sólo decir "perdón". Demuéstrale a lo que estas dispuesta. Y sobre todo, hazla sentir especial. Eso es lo que ella necesita. Que le demuestren que es importante y especial, lo suficiente para arriesgarse a lucir como un tonto por recuperarla.- Dicho esto, se fue.

Todo el camino a casa y una pequeña parte de la tarde, estuve pensando en lo que Dinah me dijo. "Conquístala" esa palabra clave estaba rondando mi mente. Había tenido razón en todo lo que me dijo. Herí a Camila y tenía que demostrarle, no sólo decirle, cuanto lo sentía y cuán arrepentida estaba. Además tenía y quería hacerla sentir especial. Cuando estuvimos juntas, no tuve la oportunidad de hacerla sentir como se debe cuando una persona te ama. Fui una cobarde y sólo la hice sentir confundida. Esta vez haría las cosas bien. Como son debidas. Tratando de no cometer errores y dejando ir todos mis temores para que las cosas no terminaran como la otra vez.
Me levanté decidida de mi cama y tome una pequeña hoja blanca, una pluma y le escribí una pequeña nota a Camila que después guarde en un sobre hecho por mi misma. Me pareció más lindo que enviarle en un mensaje.
Fui hasta su casa para entregársela personalmente. Se la dejaría a la mamá de Camila para que ella se la entregara, ya que supuse que ella no estaría debido a su cita con Austin. Sentí ganas de vomitar por tan sólo pensar en ello. Pero aún así, ni Austin sería un obstáculo para recuperar a Camila. Se la robaría diplomáticamente.
Llegue a casa de Camila, toqué el timbre y espere poco tiempo a que me abrieran.
Mi sorpresa fue que Camila sí estaba en su casa y justo ella me abrió la puerta.
-Lauren ¿qué quieres?- Dijo evidentemente molesta de que yo estuviera frente a su puerta.
-Quería entregarte esto.- Le di el pequeño sobre. Dudosa al principio, pero término por aceptarlo.
Lo abrió y leyó su contenido en silencio. Este no era plan, pero ya qué.
Cuando término no dijo nada y en cambio pasó su mano por su cabello.
-Lauren...-Comenzó a decir. -¿Por que haces esto?- Alzo la nota, así que supuse que se refería a ella.
-Para dejarte saber que no rendiré en recuperarte.- Le dije con una sonrisa sincera.
-No, no me refiero a tu nota. Me refiero a por qué quieres convertirte en esto.
-¿Convertirme en qué?- Pregunte confundida.
-¡EN UN FANTASMA!-Gritó.
-¿A qué te refieres?- Pregunte aún más confundida.
-Ahora mismo mi imagen de ti, es de la primera persona que me amo, que yo ame y me encontró hermosa cuando yo no podía. No quiero que arruines eso al convertirte en la obsesiva ex-loquesea. O sea, no quiero que te conviertas en un fantasma de mi pasado.
-¿Y si me convierto en un realidad de tu futuro? Nuestro futuro.- Tome sus manos.
-Lauren...
-Camila...
Camila se sentó en el suelo de la entrada de su casa, cubriendo su cara con sus manos. Yo me senté junto a ella y puse mi mano en su hombro a manera de consuelo.
-No se supone se sea así...
-¿Cómo?- Pregunte.
-De doloroso. ¿Se supone que debe ser así de doloroso amar a alguien?- Me miro. No sé si ella esperaba respuesta, pero yo decidí dársela:
-Sí, amar a alguien duele. Es inevitable, pero cuando esa misma persona siente lo mismo por ti, el dolor se anestesia debido al amor recíproco que existe. Así es como las cosas funcionan.
-¿Entonces a ti también te duele?- Pregunto Camila de una forma tan inocente que no pude evitar sentir ternura.
-Si.- respondí asintiendo al mismo tiempo. Ella se recargó en mi hombro.- Te amo, Camila. No cansare de decirlo.
-Yo igual.- Empezó a jugar con mis manos.
-¿Me darías una segunda oportunidad?-Pregunte nerviosa.
-No lo sé. A Austin le gusto.- Todo bien hasta que menciono a ese tonto.
-Pero yo te amo, así que creo que le gano.-Ella soltó una pequeña risita que hizo que en mi estómago revolotearán mariposas.- ¿Iras a la cita?
-Sí.- Un parte dentro de mi esperaba que dijera que no. - Me llevara al cine.
-¿Al cine? Qué original, yo podría hacer algo mejor.
-¿Eso es una invitación?-Pregunto mirándome. Mi corazón se aceleró. Esto no estaba saliendo de acuerdo al plan,muero sin duda era mucho mejor.
-¿Aceptarías?- Pregunte ilusionada.
-Tal vez. Igual tendría que pensarlo...
-Con eso es suficiente. Gracias por la oportunidad...
-No.- Me interrumpió.- No te estoy dando la segunda oportunidad aún. Te estoy diciendo que tal vez acepte a ir a una cita contigo.- Se levanto.- Ahora tengo que arreglarme para mi cita. Adiós.
-Adiós.- Apenas pude responder de lo feliz que estaba.
No podía creerlo. Lo había logrado. Bueno, casi. Pero es una avance y no podía ser más feliz por ello. Ahora todo dependía del tiempo y de seguir haciendo las cosas bien.

No, we're not friends [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora