No, we're not friends [Camren]

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Por suerte (o desgracia, no lo sé) cuando le conté a Camila mi propuesta fue dos días antes de su excursión a la Universidad. Tal vez, ir allá, servirá mejor para que tome una decisión (por eso no sé si es desgracia o suerte).

Lo que sí había sido suerte es que la mamá de Camila trabaja y no puede acompañarla. Su padre tampoco. Así que después de cientos de súplicas de parte mía y de Camila, su mamá me dejó ser la acompañante de Camz en esta excursión, no sin antes repetirme las veces que le fueron posibles que si yo hacía o decía algo que provocara que Camila se arrepintiera de su decisión (nunca hubo una decisión de parte de ella, por favor) la que se terminaría arrepintiendo, sería yo.

Fue muy clara y severa con esto último. Y, honestamente, me da algo de miedo, así que dije que no lo haría. Y, por mi parte, nunca lo haría. No podría. Camila está muy entusiasmada sólo por este viaje y no se lo pienso arruinar.

-¡Viaje de carretera!- Grito Camila, entusiasmada cuando abrió la puerta.- Estoy muy emocionada.-Me dio un beso.

-Se nota, amor.- Sonreí, volviendo a meter la paleta en mi boca.- Pero ya sabes que nos iremos en avión.

-Aún no es muy tarde para ir en auto.

-Sí lo es, y no voy a conducir a través de todo el país.-Subimos hasta su habitación y me senté en la cama mientras Camila sacaba y acomodaba cosas.

-Pero sería genial: parar en pequeños restaurantes a la mitad de la nada, parar también en esos lugares históricos raros.

-No podemos, Camz, lo siento.

-¿Me prometes hacerlo algún día?

-Te prometo hacerlo algún día.- Sonreí con nostalgia. Ese "algún día" me dio esperanzas.-¿Terminaste de empacar?

-Sip, llevo pocas cosas: celular, cargador, iPod, dinero, una blusa de cambio, otras cosas...igual sólo será un viaje de un día ¿no?

-Si ¿ya estás lista?- Pregunté.

-Espera...-Dio varias vueltas por la habitación, mientras hacía muecas graciosas.- ¿No odias esa sensación de estar olvidando algo?

-Si, por eso hago listas de lo que necesito y las reviso unas veinte veces.- Le di un vistazo al reloj.- Camz, odio llegar tarde al aeropuerto.

-Sí, sí, lo siento. Bueno, ya tengo las cosas importantes, vámonos.

Tomamos nuestras cosas y bajamos a donde su madre nos estaba esperando ya con un taxi (nos iba acompañar hasta que nos viera subir en el avión correcto porque creo que teme que me fugue con Camila o algo así).

-Estoy tan emocionada por esto.- Comentó Camila, tomando fuertemente mi mano.

-Me alegra, hija, ya verás que te va gustar mucho la escuela.

Camila ya no dijo nada y sólo recargo su cabeza en mi hombro por el resto de camino mientras su mamá nos daba advertencias y consejos, los cuales no escuche pues para entonces ya tenía mis audífonos puestos.

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Nos dirigíamos a comprar los boletos cuando un celular sonó. Revise si era el mío y vi que Camila hacía lo mismo hasta que notamos que era el de su mamá.

-Es del trabajo.- Habló.- Necesito ir.

-Pero...-Comenzó Camila, apuntando a la taquilla.

-Creo que sabes cómo comprar los boletos, hija.- Se acercó para abrazarla.- Adiós, cariño. Suerte

-Adiós, te quiero, mamá.

-Yo igual.- Se separaron y Sinu comenzó a alejarse mientras se despedía con la mano. Camila se acercó a mi y nos despedimos de igual manera (yo un poco más insegura).- Confío en ti.-Dijo, claramente dirigiéndose a mi.