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Llegue a casa después de mi inesperado e indeseado encuentro con Lauren. No salude a mamá ni a Sofi y en cambio subí y me encerré en mi habitación. Una vez ahí dentro me derrumbe a llorar de nuevo.

El haber visto a Lauren después de todos este tiempo había despertado sentimientos en mi. Sentimientos que había intentado suprimir. Y lo había logrado, hasta que Lauren vino y los desenterró del foso donde los tenía.

Sentía irá por lo que Lauren había hecho; nostalgia por los viejos momentos que habíamos tenido, pero sobre todo sentía amor. Apesar de todo aún la amaba. ¿Cómo podía dejar de hacerlo. Ella fue, después de todo, la primera persona que ame y que me amo. Eso no se olvida fácilmente.

Pero haría lo posible por olvidarlo. A ella y al sentimiento. Porque, honestamente, ya no quería sentirme tan confundida y triste. Lo quería algo normal. Una relación normal para un chica de 17. Con un chico. Un chico que me quisiera y estuviera dispuesto a demostrarlo, que me llevara al cine, me invitara a un baile, me comprara rosas y todas esas cursilerías de las películas de adolescentes. El problema es que no estaba segura si los chicos me gustaban. O sea, algunos chicos me parecían lindos, incluso guapos, pero no sabía si eran "los indicados para mi".

-¡Camila!- La voz de mamá me saco de mis pensamientos.- ¡Alguien te busca en la puerta!

¿Alguien? Con todo mi corazón rece para que no fuera Lauren. No sabía como reaccionaria si fuera ella.

-¿Quien es?- Me anime a preguntar.

-Un chico.

¿Qué? ¿Un chico? Yo no conocía a ninguno. Bueno, no conocía a alguno lo suficiente como para que viniera a visitarme. Decidí bajar para averiguar quien era.

-Hola, Camila.- Saludo el chico en la puerta.

-Austin, no quiero sonar grosera, pero ¿qué haces aquí?- Austin era uno de esos típicos chicos de la preparatoria: linda sonrisa, lindo cabello y chicas tras él. Él era parte de la excepción de chicos que me parecían lindos.

-Venía a entregarte tu cuaderno de química que me me prestaste.-Me entrego mi cuaderno y yo lo puse en la mesita de la entrada.-Gracias.

-Emm...de nada. -Me parecía raro que viniera hasta mi casa para entregar un cuaderno que bien pudo entregármelo en la escuela. Tenía que haber algo más.

-Bueno, la verdad es que no sólo vengó a eso.- ¡Lo sabía!- El cuaderno era sólo un pretexto, realmente quería invitarte a salir. No se, podríamos ir al cine ¿qué te parece?

¿Qué clase de brujería disfrazada de coincidencia era esta? Era como si, por primera vez, el Universo o Dios me hubieran escuchado.

-Claro.-Dije feliz. -Encantada.

-¿Qué tal mañana a las 6?- Asentí. -Bien, entonces paso por ti. Nos vemos. Adiós.

-Adiós.-Le dije aún sin poder creer lo que había pasado. No importa que tan confundida estaba sobre "quien soy" ¡Esta era la primera vez que me invitaban a salir! Ni siquiera Lauren lo había hecho. Esto era algo importante para cualquier chica.

Como caída del cielo, llego Dinah justo cuando Austin se había ido.

-Hola, Mila.-Dijo con actitud relajada.

-Austin me invito a salir.-Le dije.

-¿Qué?-Dijo sin poder contener su sorpresa.

-Ven. -Y la jale dentro de la casa hasta mi habitación. Una vez ahí, nos sentamos en mi cama.

-Cuéntame todo. -Me dijo. Y le conté desde que Austin llego a mi casa, como me lo dijo y todos esos detalles. -¿Entonces Lauren ya es pasado? -Pregunto una vez que le acabe de contar.

-¿Sabes? Quizá Austin sea el quien me pueda ayudar a olvidarla.

-¿Pero tu no eres les...

-Aun no lo se, la verdad. -La interrumpí.-Pensare en eso después. Aún soy joven.-Me tire completamente en la cama.

-Vaya, la pequeña Mila tiene su primera cita. ¿Emocionada?-Dijo Dinah sonriendo.

-Si, creo que si. Es el primer chico que demuestra interés por mi ¿sabes? Me hizo sentir bien. -Dije sonriendo.

-Me alegro por ti, Mila, de verdad. Te lo mereces después de lo que paso contigo y Lauren.

-Sobre eso, hoy paso algo...-Y le conté lo sucedido con Lauren.

-Oh, ¿estás bien, Mila?

-Sí, supongo. Si antes tuve dudas, ahora todo esta claro: No importa cuanto la ame, Lauren sólo me provoca dolor y confusión cuando está cerca...

-¿Cuál es la conclusión entonces?-Pregunto Dinah.

-No la quiero más en vida. Si ella se acerca, yo me alejare. Punto final.

No, we're not friends [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora