Caminó hasta la puerta y levantó una ceja mientras sonreía.

Se veía lindo...

Salimos y subimos a una camioneta que estaba dentro de mi casa. Minho había traído la camioneta de la empresa y la metió en mi casa, eso era peligroso considerando quien era él.

- ¿Sabes donde vive?- pregunté poniéndome el cinturón.

- Todos los idols sabemos donde viven los demás idols. Quizás no nos conozcamos pero eso no me prohíbe conocer su departamento así como el de Suga.

Jugaba con mis dedos nerviosa por el  miedo de encontrarme con Jin. La cabeza de por sí me dolía y si él empezaba con sus gritos, todo empeoraría.

Entró en el estacionamiento de un edificio y me dio un tapabocas. No me había maquillado por lo que reconocerme sería fácil.
Sacó su móvil y llamó a quien suponía era Jin.

- Supongo que vendrá a buscarte porque no puedo entrar y me ha cortado la llamada- dijo Minho intentando llamar nuevamente- ya debo irme...

- Si te corto lo llamada y sabía que estaría aquí, seguro baja en un rato, no te preocupes- dije sonriendo para calmarlo.

- Bien. Tienes mi numero así que si no baja en cinco minutos, puedes tomar un taxi hasta JYP, me llamas y bajo para ayudarte- dijo sonriendo.

¿Por qué los idols tienen que ser tan lindos solo con sonreír?

Minho se subió a su camioneta y segundos después ya me encontraba sola.

Me descubrí la cara y jugué con los elásticos de la tapabocas mientras esperaba recostada por la pared.

Escuché como un automóvil entró al estacionamiento rompiendo el silencio que se había formado desde que Minho se fue. Levante la mirada viendo como aquel automóvil apagaba las luces al detenerse.

No sabía dónde estaba. La casa de Jin que conocía era la de sus padres.

No deje de mirar con curiosidad a la camioneta hasta que vi al conductor.

Jimin. Park Jimin.

Bajé mi mirada en el momento en que hicimos contacto visual y me intenté en coger lo más que pude en mi lugar.

- Él era el que más me odiaba... - susurre recordando cómo me miraba.

Lo miré fugazmente, notando como él no apartaba la mirada. Jimin estaba totalmente expuesto ante cualquiera pero parecía no preocuparse por eso.

Estaba incómoda sintiendo su mirada sobre mi pero lo miré nuevamente y aún me miraba, note como suspiraba y reía de lado, ya sabía quién era yo.

Como si de un fantasma me tratara, me ignoró completamente y entró al edificio. Yo no podía entrar porque se necesitaba de una tarjeta del lugar y obviamente yo no lo tenía.

Podía ver perfectamente todo lo que hacía porque era solo un pequeño salón que te llevaba al ascensor.

Lo vi entrar al ascensor y me di vuelta para seguir esperando a que Jin baje.

- ¿A quién buscas?- escuché un grito y me giré a ver de quien provenía la voz.

¿Jimin? ¿Jimin no me había ignorado?

Me quedé mirándolo sorprendida porque no me lo esperaba realmente.

- Sí, te estoy hablando a ti, no me hagas arrepentir y ven- dijo y parecía cansado.

Corrí hasta él con miedo a que se arrepienta.

- Vengo a ver a Jin- dije sin mirarlo, más bien miraba mis converse- él dijo que lo esperara aquí pero no bajó.

- No debería meterme... - susurró y sabía que se lo decía a sí mismo- ven, entra- me dijo haciéndose a un lado.

Entre a aquella caja de vidrio haciendo reverencias por respeto.

Entramos al ascensor y no pude ignorar verlo por el reflejo del metal del ascensor.

Vestía normal pero por alguna razón lo "normal" le iba de maravilla.

Sus jeans azul rasgados y su camisa blanca parecían hechos para él.

- ¿Me vas a fotografiar o qué? - dijo y sentí como el calor me inundaba.

- Disculpe- hice de nuevo una reverencia y escuché como rio pero lo disimulo.

Las puertas se abrieron y Jimin salió, así que lo seguí.

- Este es el departamento de Jin. Si me mientes te juro que... - resopló- aish, ni siquiera sé que hacer con las chicas como tú.

Puso el código de la puerta y está se abrió sin hacer ruido. El departamento era hermoso, era incluso más hermoso que mi actual casa, la vista era impresionante, no me había dado cuenta de cuantos pisos habíamos subido por lo nerviosa que me ponía Jimin pero por el vidrio se podía ver que estábamos a gran altura.

- Tiene linda vista... - dijo Jimin poniéndose a lado mio- creo que me compraré un departamento aquí también. El Forest Trimage es realmente hermoso, ya entiendo porqué Kook viene aquí seguido.

Hablaba sin parar y yo solo lo veía. Nunca lo había tenido tan cerca y ha pasado tanto tiempo que podía notar como los años se habían esmerado en hacer a Jimin más atractivo.

¿Cómo estarán los demás? Porque en Jin no había cambio pero Jimin definitivamente se hizo atractivo.

- ¿Te quedarás en silencio? - dijo frotándose la nuca incómodo y yo hice una reverencia como disculpa y sonrió.

Jimin nunca me había sonreído.

- Solo te sabes disculpar, eres muy sumisa- sus ojitos desaparecieron en su sonrisa.

- Discúlpame pero es que aún no puedo creer que estemos hablando- dije tocando mi muñeca.

Se me había hecho costumbre tocarme el tatuaje de la muñeca desde que me lo quitaron como si lo extrañara.

- Ha pasado tiempo desde que te había visto- dijo dejando de sonreír- escuché que hasta fuiste a prisión...

- Sobre eso... Hace unos minutos dijiste que no sabias como tratar con las chicas como yo... ¿Qué querías decir con eso?- dije mirándolo ahora a los ojos.

- Disculpame ahora a mi. Es que te recuerdo como una de las locas que nos perseguía pero Jin me habló mas sobre ti y entendí que no eras una sasaeng...

Desvié mi mirada sintiendo mis mejillas sonrojarse.

- Que raro...- Jimin carraspeo también incómodo por el ambiente- Jin debería de estar aquí. Él nunca sale.

Empezó a caminar y yo lo seguí por todo el lugar hasta que él paró a unos metros de mi parecía sorprendido viendo algo.

- ¿Lo encon... - Jimin se acercó rápido hasta mi estampandome contra la pared mientras me tapaba la boca para que no hiciera ruido.

Lo miré directo a los ojos y él parecia sorprendido tanto como yo.

- No hagas ruido- me susurró sin soltarme pero luego aflojó su agarre de mi boca.

- ¿Qué pasa?- susurré al igual que él.

Pero no respondió los ruidos de aquella habitación empezaron a responder por sí solo.

Un sonido como de palmas, acompañado de él rechinido de la cama me daba una leve noción de lo que pasaba pero lo siguiente me confirmó qué ocurría en su habitación.

- Ahhhh- un gemido- ¡Jiiin! - un grito- hazlo más rápido- una súplica.







Gracias por leer y apoyar el libro💜

¿Eres una sasaeng? (2da Parte) [TERMINADA] Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang