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Siguieron la sesión y no volví a acercarme a ninguna de las chicas por precaución.

- Hey, Hanmi- me llamó alguien del vestuario así que fui corriendo.

- Si- dije al ponerme frente a un hombre que iba con su cinta de medición por su cuello.

- Necesito que me traigas unos pantalones de talla 27 del almacén, es la puerta 27 en el piso 4, ve a traerlo lo mas rápido que puedas antes de que venga Zico- me dijo sin mirarme.

- ¿Qué clase de pantalón?- pregunté confundida.

- Cariño, no sabes nada de costura y menos de moda, lo deduzco por tu forma de vestir y caminar. Si te lo pido es porque solo quiero un pantalón de talla 37, cualquiera, solo necesito para dañarlo y sé que hay mucho de ese tamaño. Ve, ahora- dijo dándome la espalda.

Me quedé mirándolo pensando en qué me había dicho.

- Piso 4, puerta 27- me susurró Joon poniéndose detrás de mi haciendo que sonría y me sonrojara por su cercanía.

Me alejé rápido caminando hacia el ascensor de donde salió Zico que me guiño el ojo pero lo ignoré para que nadie lo note.

Fui al piso dónde me dijeron encontrándome con una cantidad impresionante de personas que movían de un lado a otro cosas.

Supuse que el piso en el que me encontraba era realmente un almacén y no solo de vestuario ya que había gente llevando decoraciones, ropa y objetos que no conocía.

Me filtre entre las personas hasta llegar a la puerta que me indicaron y al entrar, una mujer de unos cincuenta años me habló.

- ¿Qué quieres?- dijo mirándome con indiferencia.

Parecía más muerta, que viva.

- Me enviaron por un pantalón en talla 37, no importa el color ni la tela solo es para dañarlo.

- Ya veo que Alci te mandó.

- Soy nueva y no sé quien es pero si te refieres al hombre flaco con lentes, pues sí- dije sonriendo.

Me ignoró totalmente desapareciendo entre los gabinetes y luego de largos minutos en los que me dedique a ver la cantidad de ropas que había, ella volvió con unos pantalones horribles.

¿Quién usaría esto? Eran de unos colores fluorescentes que no combinaban en absoluto.

- Gracias- dije al recibir la prenda y firmar una planilla para dar constancia de que yo lo llevé.

Volví al ascensor encontrándome con la sorpresa de que no había nadie.

En algún piso que no vi, subieron dos jóvenes que iban riendo. Vestían trajes como si fueran abogados pero llevaban mi mismo credencial.

- ¿Guardaste el documento?- habló uno de los chicos.

- Claro. No puedo creer que el Ceo Kwang en serio se halla metido en el problema de nth room- empezaron a reír ambos.

- ¿Sabes que con esa información podríamos hacer que desaparezca no?

Los miré con los ojos bien abiertos asustados por lo que decían.

- Disculpen... - hice la voz más chillona que tenía, aunque la odie y ellos me miraron sonriendo en un intento de coqueteo.

- Oh, disculpe, no la vimos- dijo uno de los chicos.

- No se preocupe. Perdón por escuchar su conversación- dije haciendo pequeñas reverencias haciéndome de la inocente.

- No se preocupe fue nuestra culpa- dijo el otro sonrojado.

¿Eres una sasaeng? (2da Parte) [TERMINADA] Where stories live. Discover now