Tulipas Azuis - Traducción

Oscuridad

Siempre deseaba alargar la noche y llenarla cada vez más plena de sueños

Virginia Wolf

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Continuación

POV - Juliana

Valentina desapareció de mi campo de visión y cuando mi respiración finalmente se regularizo ya no veía mas su carro que hacía pocos instantes estaba estacionado frente a mi casa. No sabría decir s i fue por sus palabras, por el único beso que dejo en mi frente o si fue por el hecho de que por primera vez en la vida alguien me había tratado de manera tan gentil, de hecho, no sé, pero esa chica tiene el don de hacerme perder los sentidos, eso tiene ella. Intento quitarme esos pensamientos, pues es obvio que una mujer como ella nunca se iría a relacionar con alguien como yo, además las dos somos mujeres y siempre me han enseñado que una relación entre dos hombres o dos mujeres no es correcta, entonces, si yo pensara relacionarme con una, mi madre no lo aceptaría nunca, y Sonia (La bruja) de mi tía, probablemente me echaría de la casa, así que es momento de parar con esa tontería de suspirar por Valentina, aunque sea un encanto de persona, debo parar esto antes de que sea demasiado tarde. Entré a mi casa y por suerte solo estaba mi mamá en la sala viendo uno de sus programas favoritos.

—Hola mija. ¿Regresaste antes? Pensé que volverías con tu hermano.

—Ah mamá, Tonny tenía una situación con una chica del colegio, así que aproveché el aventón que me ofreció una compañera y me regresé a la casa.

—Entiendo. Pero ¿Y tu hija? ¿Ningún chico llamo tu atención?

En ese momento me paralice, Por qué no podía simplemente decir:

"Mamá, un chico no, pero en su lugar, podría estar enamorándome de una chica, una linda chica que ama la música clásica, que posiblemente algún día será una gran pianista y que tiene un cielo azul cristalino en sus ojos. Y es la única persona hasta hoy que me hace querer saber cómo es el tan mencionado amor"

—No mamá, ningún chico me intereso. Ni siquiera tengo cabeza para eso. La verdad, estoy un poco molesta.

— ¿Por qué mi amor?

Me senté a lado de ella.

—Tengo una compañera, Valentina, ella nos llevó a casa a Amy que es otra compañera y a mí, pero antes de que nos viniéramos para acá pasamos a una cafetería muy chic. No me gustó mucho porque no tenía como pagar nada de aquel lugar. Cuando la mesera trajo el menú, Amy pidió solo un agua y yo dije que no quería nada, pero Valentina acabo pidiendo para mí lo mismo que ella pidió y cuando llego la cuenta, ella pago todo. Me sentí tan mal, pues no quería que tuviera lastima de mí.

—Hija, no te pongas así. Se lo difícil que debe ser estar conviviendo con personas de otro nivel social, pero estoy segura de que esa chica no siente lastima por ti, seguramente solo quiso ser gentil. Mira, ¿Por qué no el domingo haces algunas trufas y se las llevas como agradecimiento?

— ¿Crees mamá? ¿Sera que no lo va a tomar a mal? Digo, Valentina debe estar acostumbrada a comer los mejores dulces del mundo.

—Dime una cosa. ¿Esta niña es una de aquellas chicas mimadas y metiches que siempre conocemos por ahí?

—No. Ella es súper, es tímida, pero fue una de las pocas personas que siempre me trató bien las pocas veces que llegamos a estar juntas. Y aun siendo la más rica del colegio, es muy tranquila, como si tener tanto dinero no significase nada.

—Entonces ya tienes tu respuesta. Seguramente a ella le va a gustar cualquier cosa que le des.

Asentí y bajé a la habitación que había hecho en el sótano, ahí hice mi pequeño cuarto, el único lugar de esta casa en que tenía un poco de privacidad.

[...]

A la mañana siguiente me desperté con algo en la cabeza y nadie me haría cambiar de idea. Decidí que buscaría un empleo de fines de semana, para al menos tener dinero para pagar las cosas de la escuela y quien sabe, hasta comprar algo de ropa nueva que sinceramente ya estaba necesitando. Subí, me tomé un café mientras escuchaba a mi tía reclamarle algunas cosas que no entendía bien a mi madre. Volví a mi cuarto, me puse mi mejor ropa formal y me dirigí a algunos bares y restaurantes de Santa Mónica, es una zona bastante concurrida en L.A. Así que apenas llegué, comencé a ir de cafetería en cafetería, de bar en bar, de restaurante en restaurante, hasta que finalmente la dueña de una cafetería, que estaba muy bien localizada y frente a la playa, me contrato para los fines de semana y como había bastante movimiento en la cafetería, me pregunto si podía comenzar hoy mismo y yo acepte sin pensarlo. Ya eran casi las 17:00 horas cuando mi turno inicio. Estaba atendiendo una de las mesas cuando Lucrecia, Bethani, Freddie y unos chicos más de la escuela entraron en el lugar y como la otra mesera estaba ocupada, yo fui a atenderlos.

—Buenas noches, ¿Ya saben lo que van a ordenar o les traigo el menú?

—Mira a quien tenemos aquí. Pero si es la muerta de hambre que invadió nuestra escuela.

—Lucrecia, no es necesario decir eso, por favor.

Su novio intento intervenir y yo sabía que esa situación solo empeoraría para mí.

—Puedes dejarnos el menú Juliana, vamos a elegir algo y te llamamos.

Esta vez quien hablo fue Sergio, el nuevo alumno, me pareció extraño verlo con esa gente, pero preferí no decir nada. Mientras ellos se decidían, yo volví a la cocina para recoger el pedido de la mesa 10, después de servirlos, regresé al grupo de la escuela y anote su pedido con la mayor atención posible, ya que ellos eran casi 10 personas. Entregué la orden en la cocina y fui a liberar otra mesa, cerca de 15 minutos después, fui a entregarles su orden a mis compañeros, acompañada de Mia, la otra mesera. Cuando terminamos de servirlos, Lucrecia comenzó con su show, diciendo que eso no era lo que ella había ordenado y empezó a hacer un escándalo, dijo tantas tonterías que la señora Duval, la dueña del establecimiento, terminó despidiéndome y pagandome solamente el día de hoy. Salí tan devastada de la cafetería que ni siquiera caminar por la playa me tranquilizo, pensé y repensaba en toda mi vida hasta aquel momento, al atravesar la calle, algo que no se describir muy bien me golpeo de lleno y me lanzo lejos.

Todo parecía un borrón y la última cosa que vi, fueron sus lindos ojos azules y después, la oscuridad.

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Esta historia NO me pertenece, es una traducción realizada con la autorización de su autora malu173

claudita8929 gracias por la ayuda 💚