El amor es como un hito en el tiempo

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Mis pensamientos son estrellas que no puedo unir en constelaciones.

La culpa es de las estrellas

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Aviso: En este capítulo tendremos canciones, recomiendo mucho que las escuchen. 

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Continuación

POV – Juliana

Continuábamos recostabas en el césped, Lana estaba dormida sobre el pecho de Valentina. Valentina no respondió nada al "Te amo", pero por la manera en que me miró no había necesidad de que dijera nada. Desde que la conocí ya me sentía la mujer más amada del mundo.

—Val

— ¿Si?

— ¿Cómo fue tu infancia?

— ¿Cómo llegamos a este tema, señorita Valdés?

—No sé, creo que quiero saber más de ti.

Ella me abrazó más y continúo acariciando mi cabello.

—Creo que puedo decir que fue una infancia normal, al menos hasta que mi madre falleció. Antes de eso siempre íbamos a la casa de campo en Sacramento. Fue allí que aprendí a nadar, montar a caballo, andar a bicicleta y lo más importante, fue allí que mi mamá comenzó a enseñarme a tocar. Mi infancia hasta entonces fue muy buena, después vino el impacto de su muerte y todo cambió.

Levanté mi rostro y note que su semblante estaba un poco apagado y sus ojos estaban distantes.

—Perdón, no debí de haber tocado ese tema.

—No necesitas pedir perdón. Es normal que me quieras conocer mejor y sé que soy un poco cerrada. Pero, después de ese periodo, dos años después para ser precisa, mi papá se casó con Lucía y mi vida volvió a encarrilarse. Creo que de todo lo que mi padre hizo por mí, lo mejor sin duda es haber puesto a mi mamá en mi vida. Claro que siempre voy a extrañar a mi mamá Helena, cuando ella falleció yo solamente tenía 6 años y siempre existirá ese vacío, pero creo que sin Lucia todo sería inmensamente más difícil. Le debo todo lo que soy a ella.

—Su relación es muy linda.

—Sí, estoy de acuerdo. ¿Y cómo fue tu infancia?

Mis pensamientos volvieron años atrás en Santo Antonio.

—Creo que tuve que madurar muy rápido. Cuando mi padre murió, mi mamá tuvo que partirse en mil, y tanto Tonny como yo, tuvimos que ayudarla. No hice la mayoría de las cosas normales que los niños hacen.

Ella dejo a Lana en medio y se giró hacia a mí. Sus ojos estaban sobre los míos.

— ¿Cómo qué?

—Ah, pues yo no aprendí a andar en bicicleta, nunca jugué en los columpios, a las atrapadas, esas cosas. Por increíble que parezca, nunca tuvimos una celebración del día de muertos. Cuando mi padre falleció, yo tenía 5 años. Tonny y yo nos quedábamos con mi abuela, fue ahí cuando ella me enseñó a coser, pero como ella ya estaba grande, no podía estar todo el tiempo cuidándonos. Creo que por eso insistí tanto para que adoptáramos a Lana.

No note cuando la primera lagrima comenzó a escurrir, pero ella estaba atenta a todas las señales y rápidamente secó esa lagrima solitaria. Creo que ni siquiera yo entendía porque estaba llorando. Quizá fuese todo, por mi infancia no vivida, por mi papá y sin duda por mi abuela.

Tulipas Azuis - TraducciónWo Geschichten leben. Entdecke jetzt