Ojos color fuego [Terminada]

Capítulo 9 maratón 2\2

Nunca llegué a entender a los villanos. En serio. Siempre quieren destruir a sus enemigos y al mundo.  Pero hay algo que no me cierra, ni nunca me va a cerrar. ¿Por qué diablos querrían acabar con el mundo? ¿No saben que si lo hacen no les va a quedar nada? Entiendo por qué quieren destruir a los superhéroes, pero cuando los cuestionan es algo estúpido. “¿Por qué tratas de detenerme?” “Eh… bueno, ¿por qué estás tratando de acabar con el maldito planeta? ¿Tal vez?  No sé… piénsalo.” Esa hubiera sido mi respuesta si fuese una súper heroína y tuviera un enemigo. Oh, espera, ahora, soy una súper heroína y según mi madre tengo un enemigo que ni siquiera conozco. Pero este no es uno que quiere destruir el mundo, nada más y nada menos. Quiere matar a todas las mujeres que poseen “HA” (hormonas alfas), para así poder sacarles todo ese poder y hacer a las personas más fuertes y que tengan una vida más saludable. Pero a ¿qué costo? ¿Matando a millones de mujeres indefensas que ni siquiera saben cuánto poder tienen en su cuerpo? No creo que esa sea la respuesta para la “inmortalidad”. No creo que sea la respuesta para nada. Creo que no hay respuesta alguna para lo que soy. 

- ¿Thea?- Mi madre estuvo esperando una respuesta, pero ¿qué respuesta le puedo dar? No tengo la menor idea de cómo manejar esto. Ayer era una chica normal, con preocupaciones de adolescentes, pero ahora soy una chica que puede controlar el clima, por ahora… No sé qué más puedo llegar a hacer. Igual que no sé qué pueden hacer ellos y que puede llegar a hacer ese Luzbel.- Se… sé que esto es duro. Pero cuando naciste por alguna razón que desconozco sacaste casi el 97% de mis hormonas Alfa… Eso quiere decir que sos la única persona que puede llegar a su límite de poder sin salir lastimada, sos la única que tiene poder ilimitado. Y por esto es que él va venir a buscarte. 

- Seguro que hay otras como yo, no conoces a todos.  

 - No. Sos única. Ningún hijo de mujeres Alfas puede tener esa cantidad de hormonas en su cuerpo. La mayoría saca el 50%. Y aunque sea la mitad, la mayoría muere cuando trata de alcanzar su límite. Si él por fin encuentra a alguien que posee este gran poder, no va a durar en sacártelo y usarlo para su beneficio.- Me levanté de mi asiento y miré a todos detenidamente, antes de hablar.

- Disculpen, creo que fue demasiada información por hoy. Me voy a mi cuarto, a descansar… Lo único que quiero saber es… ¿papá sabe de todo esto?- Al nombrar a papá, los ojos de mi madre se pusieron llorosos más de lo que estaban antes. 

- No. Y no debe saberlo nunca. 

- Comprendo.- No lo hacía, no entendía nada. Me encaminé a mi habitación, mientras escuchaba los murmullos de todos. 

- No lo tomo muy bien. 

-Claro que no, idiota. Como lo tomarías si un psicópata quiere matarte. 

- Todavía no sabe de ella. 

- No estés tan seguro.  

      Me acosté en mi cama de costado mirando las ramas que golpeaban en mi ventana. Todavía sintiendo el malestar en la garganta, sabía que desde ahora todo iba a cambiar. Sé que voy a tener que saber cómo defenderme y como proteger a los que quiero y estoy pensando en esto cuando todavía no me contaron todo lo que saben. Seguro que piensan que soy una debilucha. Yo también lo siento… y por eso no me cuentan todo. Al ver a mi mamá así de frágil me hizo dar cuenta que esto no es juego. Ese hombre en serio es un psicópata y por lo que veo tiene contactos que lo protegen de la policía o los que fueran a encargarse de ese tipo de cosas.

-¿Thea?- Alguien tocó la puerta y supe por la voz que era Emma. 

-¿Emma?- Me levanto y abro la puerta. No sabía que había pasado tanto tiempo tirada en mi cama. Emma estaba parada sonriente con su cabello suelto, una pollera de tiro alto y una musculosa rosa. Sonreí al verla, ella es lo más femenino que vi en la vida.