Ojos color fuego [Terminada]

Capítulo 20

Eric me llevó a un restaurante muy lindo que estaba al aire libre. El techo estaba hecho de muchas luces, había plantas por todos lados y un balcón muy bonito.

-Reservé una mesa en el balcón, ¿te gusta?- Sonreí.

-Me encanta.- Aunque me gustaba mucho el lugar, me imaginé que la comida iba a estar fuera de precio. No sabía cómo era la familia de Eric, en realidad no sabía nada. Cuando nos sentamos, me animé a entablar una conversación más íntima.- Así que… ¿tus papás de que trabajan?

Eric me sonrió.

-Qué manera de empezar una conversación.- Me puse roja como un tomate. Tonta.

-Lo siento, es que…

-Si, lo sé, no nos conocemos como parece. Pero contestando a tu pregunta, mi papá es director de algunas empresas en el extranjero. Por eso viaja tanto, y como mi mamá ya no está…

-¿Se separaron?- Eric me dio una sonrisa triste.

-Ojalá… falleció cuando tenía cinco años.- Me quedé mirándolo aturdida, habría jurado que tenía una mamá hermosa y atenta por su hijo. Hice una imagen de la familia de Eric sin darme cuenta de la cruda verdad.

-Lo siento, eso fue hace mucho tiempo, pero la pérdida nunca se olvida.

-Sí, pero no hablemos de estas cosas, es por eso que tal vez nunca has escuchado hablar sobre mi familia. Es deprimente.

Iba a hablar cuando el mesero apareció.

-Buenas noches, soy Peter y seré su mesero esta noche…

Después de que pedimos nuestros platos, yo pedí canelones y Eric que es vegetariano, pidió una ensalada que tenía  todo tipo de verduras, hablamos de la escuela, del juego, y de todas las escuelas a las que asistió. Eric me agradó más que antes y me hizo reír mucho en toda la cena. Pero mi mente iba y venía, en un momento me entró pánico porque pensé haber visto el auto de Aaron. Tanto fue el susto, que me excusé y fui al baño a refrescarme. Me miré al espejo y estaba  más pálida de lo normal.

-Dios… que mal que estoy.-Justo cuando me estaba refrescando la nuca, mi celular comenzó a sonar. Era Emma.-Hola, ¿cómo la están pasando?

-Jav me está tratando como si fuera la reina de Inglaterra, es algo agobiante por momentos… pero después me pareció tierno.

Sonreí y reprimí mis ganas de reír.

-Me imagino, ¿ya sabés lo que vas a hacer?

-Si, voy a darle una oportunidad, pero lo voy a hacer sufrir un poquito más…

Esta vez reí.

-Eso pensaba.

-¿Y Eric? cuenta, cuenta.

-Bien, muy bien en realidad. Me trajo a este restaurante hermoso, la comida está riquísima y estamos al aire libre en un balcón.-Escuché dos suspiros.- Em… ¿Alguien más está contigo?

-Estoy con Eme… ella está más enamorada que vos.

-¡Cállate Emma! Te dije que estamos viendo, lo conocí ayer por el amor de dios.

Ambas reímos.

-Chicas… me encantaría estar hablando con ustedes todo el día, pero tengo que volver, estoy en el baño hace ya varios minutos, pensará que me escapé.

-Está bien.- dijeron las dos al unísono.- Cuídate, y pásala bien. Mándale nuestros saludos a Eric.

-Lo haré, nos vemos.