Capitulo 8 Maratón 1\2

43.1K 3.6K 194
                                    

Estoy sentada en el sillón de la sala de mi casa. Jav está sentado junto a mí, mientras que Apolo, Cris y Will están en frente. Apolo tiene la mirada perdida, Cris se mordía las uñas, parecía que se las iba a arrancar y Will está mirándome con una sonrisa. Me habían traído acá con la idea de informarme de todo. Pero desde que llegamos que no dicen ni pío. 

-Carajo. ¿Alguno de ustedes va a decir algo? Porque si no, tengo mejores cosas que hacer.- Mentí, ahora no tenía nada que hacer.

    Apolo me mira después de horas de estar centrado en quién sabe qué y se ríe. 

-Todo a su tiempo. Claro que te vamos a explicar todo. 

-No sé si se dieron cuenta, pero poseo los poderes de un superhéroe de Marvel y me estoy volviendo loca.  ¿Saben si en realidad no somos mutantes? O ¿por qué es que somos así? ¿Nuestros papás también lo son? Ya hablen, por el amor de dios.- Con esto todos se rieron, excepto Jav, que tiene la mirada perdida en el Olimpo. 

-Bien señorita preguntona, la cosa es básicamente así.- dijo Apolo- nuestros poderes como tú los llamas, son errores genéticos, provenientes de la hembra, o sea nuestra madre. Con esto quiero decir que algo en el organismo de las mayoría de las mujeres no está “bien”- Puso las comillas con sus dedos- digamos que tienen otros tipos de hormonas y otro organismo muy diferente a la de una mujer mundana, que al juntarse con los espermas de los hombres… bueno, digamos que salimos nosotros. Sé que es raro que los hombres tengan hormonas… Somos lo que se dice un error que no tendría que haber llegado al mundo. No todas las mujeres las poseen. Cuando se les hace el chequeo, esto no sale, y si saliera no sabrían que es, porque bueno… es algo de otro planeta.- Mis ojos se abrieron como platos y no pude no estar interesada.

-¿Somos de otros planeta?- Jav soltó una risa seca y negó con la cabeza. 

-No, es una forma de decir.- dijo Apolo revoloteando los ojos.  

-Bueno, en realidad no sabemos cómo es que empezaron a salir del cuerpo de las mujeres este tipo de… cosas.- continuo Will.- No sabemos si alguien se las implantó a una mujer y se fue haciendo viral a medida de los años o si es que ya desde hace mucho tiempo atrás las mujeres tenían este tipo de diferencia genética. 

-¿Pero entonces cómo se dieron cuenta de toda esta información?  

-Bueno- 

-Porque yo participé en la captura de esas hormonas- Miré para el costado para ver a mi madre parada en la entrada del living. Tragué saliva pero no servía, tenía la boca tan seca que me ardió la garganta. ¿Mi madre? 

Cris se levanta y se va de la sala. Me levanto y me acerco despacio a mi madre.

-¿Qué?- Un silencio horrible cruzó la sala, mi mamá estaba seria pero se notaba por sus ojos que estaba triste. 

-Thea, no te enojes con mamá. Eso fue hace mucho tiempo, te lo vamos a explicar todo.- Jav ya estaba atrás mío y le sonreía apoyándola. En eso Cris entra con un vaso de agua y me lo tiende. 

-Para tu garganta.- me sonríe pícaro y se vuelve a sentar. Me quedo con la boca abierta y lo sigo con la mirada. 

-Bien-dice Apolo- Julia, es mejor que empecemos.- ¿Julia? Así que ahora se tutean… 

-Oh, sí, claro.- Contesta mi madre, algo perdida en sus pensamientos.

-¿Empecemos con qué? Y… Jav ¿tú ya sabías todo este tiempo que mamá estaba metida en esto? 

-Si… fue algo muy impactante al principio- sus ojos se fueron a sus pies y de vuelta a mi madre.- pero no sabes toda la historia. Y ella ya no es lo que era antes.- Asentí y me volví hacia Apolo.  

-Está bien, voy a escucharlos.- Terminé de tomar mi vaso de agua hace rato, pero mi boca todavía se sentía como el maldito desierto. 

-Necesitas sentarte pececito. Porque es una larga historia.-  Apolo me miraba con las cejas levantadas. Solté un bufido y me senté. Mamá se sentó en frente y me miró con ojos tristes.

-Bien-dijo mi madre- antes de conocer a tu padre yo estaba estudiando medicina. Es una carrera muy difícil, siempre me costó mucho pero nunca me rendí.  Pero hubo una vez que en un examen me fue muy mal, mis otras profesoras me dijeron que vaya a tutoría,  acepté ir después de clases.- Sus manos se estaban refregando y sabía que estaba muy nerviosa.-  Ahí conocí al Dr. Luzbel. Aaron Luzbel. En ese entonces no era muy viejo tendría treinta y dos años. Era uno de los profesores más inteligentes del campus. Estaba trabajando en un proyecto al que llamó “Hormonas Alfas”. Mujeres que poseen las hormonas que están ahora en tu cuerpo y hacen que tengas estos poderes sobrehumanos. Cuando me habló sobre esto, creía que estaba loco, pero después de que conocí a una… -bajó la vista, para luego enfocar su vista en la ventana.- Conocí a una mujer Alfa, como las llama él. Era su esposa. Era una mujer hermosa y muy agradable, se notaba que lo amaba. Pero el poder lo cegó y lo llevó a empezar una investigación del tema, utilizando a su esposa como si fuera su conejillo de indias. Yo… yo no me opuse porque quería saber del tema, no sabía qué clase de cosas tendría que hacer para poder… hacer la investigación. Y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde. La había matado. Había matado a su esposa a sangre fría.- ¿Qué? Abrí mis ojos como platos y me enrosqué en el sillón ¿Qué clase de hombre le hace eso a su mujer?- hizo eso con montones de mujeres que poseían este tipo de hormonas. Decía que si podía separar estas hormonas y analizarlas por completo, ya que se siguen generando fuera del cuerpo, podía encontrar la cura para lo que sea, y poder formar personas con este tipo de hormonas y hacerlas invencibles. Mi interés estaba en la cura para todo tipo de enfermedades, yo quería ayudar a todas las personas que padecieran enfermedades terminales. Pero… me di cuenta de que esa no era la forma y me fui. No podía quedarme sabiendo lo que estaba haciendo. Entré en pánico, era chica.  Nunca dije nada de lo que ese hombre estaba haciendo y sabía que lo iba a seguir haciendo hasta que consiga lo que quería.- No lo puedo creer. Mi madre trabajó para un lunático, un hombre que mataba mujeres indefensas a cualquier costo.- sabía que si me metía con él iba a salir lastimada. Pasó un tiempo en que el pensé y analicé la situación. La culpa me carcomía. –soltó un largo suspiro- decidí tomar cartas en el asunto cuando empezaron a salir noticias en el periódico sobre las muertes de mujeres.- Bajó la vista y supe que estaba derramando lágrimas. Me gustaría poder abrazarla, pero algo en mí no me dejó. Estoy confundida.- Yo-yo, yo… me secuestraron y me tuvieron en observación por ca-si, casi, dos meses. No sabía por qué, hasta que él apareció y me dijo que yo era poseedora de esas hormonas. Yo no lo creí… hasta que él me hizo el análisis final y me lo mostró. No es un análisis cualquiera que te hacen en un hospital. Es… diferente. Pero al hacerlo se dio cuenta que mis hormonas eran mucho más fuertes que cualquier otras que pudo haber encontrado. Eran hormonas Alfa ilimitadas.-  

-¿Y eso que quiere decir?- Pregunté asustada por la respuesta. 

-Quiere decir que como mis hormonas son ilimitadas, los poderes que salen de ellas son tan fuertes como para ac-ac-acabar con todo. A diferencia de los que tienen hormonas alfas normales estos no se cansan nunca, pueden llegar al límite, pueden usar sus poderes sin control alguno. Son las hormonas más poderosas de todo el universo…- Por primera vez después de todo este tiempo me miró.- Y ahora  sos la única  que las posee. 

Hola, hoola, perdón por tardar tanto... otra vez. Pasa que estuve agregando y sacando cosas:) Vi todos sus comentarios y votos, MUCHAS GRACIAS, no saben cuanto me alegra que les guste. Espero que la sigan hasta el final:) Porque estoy ispirada voy a hacer esta mini maratón de dos capítulos, ya que en este se explica mejor como es esto. Espero que les guste, dejen sus comentarios y votos si es así. No saben cuanto les agradezco<3 

Ojos color fuego [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora