El hombre de la capucha roja

218 19 4
                                    



Un hombre entró al edificio por la puerta de servicio, el conserje se asomó, era un hombre corpulento, de origen hispano italiano para ser exactos, reconoció al hombre, sabía de su visita con anticipación gracias a la llamada – señor Andreotti, Buona Notte

El hombre de la sudadera solo saludo con la mano, se dirigió escaleras arriba hasta el tercer piso. El número 38, sacó la llave de su bolsillo izquierdo del pantalón e introdujo la llave, abrió lentamente la puerta del departamento, lo escudriño con la vista, puso un pie dentro y de inmediato cerró la puerta, permaneció quieto, espero acostumbrarse a la oscuridad y a los sonidos del lugar, miro las ventanas "Marcelo idiota" pensó para sí mismo, una ventana abierta, caminó sigilosamente, verificó los seguros de la ventana "menos mal cerrado" y luego de golpe cerró la persiana.

Recorrió el piso cuarto a cuarto, abrió la estufa metió la mano en el techo superior y verificó que la pistola estuviera en su lugar. Luego miró la pequeña sala con comedor y una pantalla de 24 pulgadas, camino por el estrecho pasillo y llego al cuarto, en medio estaba la cama un armario a su derecha afortunadamente la ventana junto con la persiana estaba cerradas, camino hacia el closet y lo abrió de golpe, nada extraño a excepción de un bolso deportivo que sacó del armario tirándola en la cama, para luego hacer lo mismo con la pequeña mochila que tenía en su espalda; giró dirigiéndose hacia el baño encendiendo solo la luz del espejo. Una vez dentro abrió la ducha, dejo un dispositivo su auricular de su oído izquierdo, desabrocho su reloj y lo dejo de igual modo en el lavamanos, sin mirarse al espejo salió del baño, se sacó la ropa de encima, dejándola doblada sobre la cama, una vez completamente desnudo tomó la ropa y se dirigió a un pequeño cuarto de lavado, arrojó la ropa y preparó la lavadora, una vez programada salió del cuarto de lavado y se dirigió de nuevo al cuarto cerrando la puerta por detrás y luego entro al baño, moría de ganas de quitarse el olor a alcantarilla y recibir agua tibia en sus músculos, a pesar de que ellos no sentían el cansancio si no era una especie de pesadez más mental que física por las largas horas de vigilia

Se sintió bien limpiar su piel con jabón y el agua recorría sus músculos bien trabajados, se quedó unos minutos más en la ducha permitiendo que el agua se deslizaba por su fuerte espalda, apoyó sus palmas en el frío azulejo color ámbar y curvo sus anchos hombros, luego estiró su cuello dejando la manzana de adán completamente expuesta al chorro de la regadera, disfruto con el agua cayera en su quijada desparramandose por su cuello, pecho. Se dio permiso para cerrar sus ojos y relajarse. Mientras estaba en ese momento de paz como era su costumbre empezó a tararear.

El sonido de la alarma de su reloj lo hizo salir de su paz, a regañadientes salió de la ducha "Pfff" resoplo, tomó una toalla y la sujetó a su cintura, salió del baño tirando la puerta, la luz tenue del baño lamia su espalda desnuda por un momento y luego volvió a las tinieblas.

Sin embargo, no necesitaba luz para encontrar lo que buscaba, tomó su pequeña maleta que había traído con él desde el principio, abrió y sacó de nuevo el pequeño estuche de jeringas escrupulosamente ordenadas, tomó una de ellas y el teléfono sonó, cerró el estuche y tomó el teléfono de la maleta de portada que se hallaba en una bolsa delantera.

-Hey, - contestó su voz sin el modulador era gruesa, de un tono bajo y profundo, también era bastante áspera. Con la jeringa en la mano derecha y el teléfono en su oído izquierdo, camino hacia la cocina por un poco de agua con tal solo la pequeña toalla en su cintura la cual solo cubría sus caderas.

-----------------------------------------------------------------------

Nightwing entró abriendo las ventanas con una ganzúa con cuidado no hacer ruido - Estoy entrando - informo.

DIA CEROWhere stories live. Discover now