Capítulo dos

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A la hora de almorzar, iba junto a Luke hablando sobre lo falso que se veía el trasero de la profesora Richards. En serio, esa cosa que tenía entre la espalda y las piernas no era normal, era una gran bola. Gigantesca podría ser su segundo nombre, e incluso podría utilizarlo como apellido.

—Vanessa, Vanessa… es que tú no sabes admirar la belleza.

Digamos que Luke tiene uno pequeño crush con la profesora Richards, y bueno, ella no está nada mal, pero su gran bulto llama más la atención que cualquier otra parte de su cuerpo.

—No, Luke, no es que no vea la belleza, sino que ese gigante tumor en su trasero la opaca toda —respondí.

— ¡Por favor! Ya quisieras tener eso que a ella le sobra —rio después de verme por detrás.

—Cállate, piernas de spaghetti —reí.

Entramos al comedor del colegio y buscamos una mesa desocupada, lamentablemente no había.

— ¿No quieres ir mejor afuera? —preguntó Luke al ver que el comedor hervía de adolescentes.

—Sí, pero recuerda que antes tenemos que ir por nuestra comida.

—Diablos, esa comida apesta.

—Ya sé, ¿pero prefieres quedarte sin comer?

—Uh… en realidad no me molestaría quedarme sin comer.

— ¡Luke, por favor!

Tomé su mano y lo arrastré hasta la fila, la cual podría decirse que podía darle la vuelta a todo Melbourne.

— ¡Hey, Vanessa! —gritaron desde la fila. En realidad no alcanzaba a ver de quién se trataba hasta que Luke me dijo.

—Tu noviecito te está hablando, sorda. —Apuntó hasta el inicio de la fila y pude notarlo mirándome son una sonrisa.

— ¿Quieres venir o prefieres abstenerte a vernos juntos?

—Es muy difícil…—casi pude afirmar que lo decía con toque sarcástico—…  obviamente no quiero verlos juntos. Te veo afuera. —Me sacó la lengua y alborotó mi cabello.

— Eres un maldito imbécil.

—De nada, dulce Vanessa —sonrió victorioso y salió del comedor.

Me hice paso hasta Derek, quien estaba esperándome.

— ¿Qué pasa?

— Hoy yo te daré tu almuerzo. ¿Quieres budín?

— Oh, vaya, qué… sorpresa. Sí, gracias —dije no tan sorprendida como él tal vez lo hubiera esperado.

Digamos que aquí nos podíamos dividir en clases sociales, si se puede decir así. Entonces, al ser de la bolita de amigos de Derek recibías un banquete como el de Navidad y de mejor calidad. Y bueno, ya saben qué pasa con los que no son de aquel grupo. Pero la verdad es que a mí me valía un comino eso, lo que me molestaba es que me sirvieran cualquier mierda en mi almuerzo.

—Bien, bien, ¿prefieres la cosa que parece vomito en tu platillo de hoy?

—No realmente…

Tuve la gran curiosidad de saber qué porquería habría comido hoy si no fuese por Derek.

—Espera…

— ¿Podrías darme otra bandeja para Luke?

— Estás de broma, ¿verdad, Vane?

Rodé los ojos ante su Vane, pero en realidad ya no tenía sentido seguir discutiendo esto.

— ¿Por qué? ¿Acaso no te agrada Luke?

Blindness || a. i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora