Capítulo veintiséis

172 15 6
                                    

Fue una madrugada lamentable, en serio. A pesar de que pude confesar mi... ¿atracción? Bueno, como se le diga que confesé hacia Ashton, olvidé algo verdaderamente importante: las píldoras para dormir. Ya podrán imaginarse lo que ocurrió por las dos o tres de la mañana.

Me desperté por el mismo sueño de siempre, que constaba en que veíamos Derek y yo el mismo auto yendo frente a nosotros hasta que chocaba por completo. Lo más traumático para mí, son los sonidos que ocurren durante el sueño. Nuestros gritos, el claxon del auto contrario y por fin, el sonido del choque de los dos; sin contar cuando las ventanas explotaron al momento y cuando me pegué en la frente.

Ashton de inmediato se paró, y realmente no sé cuál fue su expresión; pero estoy segura de que estaba totalmente histérico. Claro, ¿quién no se pondría así al ser despertado de esa manera? Me preguntó varias veces qué me ocurría, pero yo aún seguía en ese trance del accidente. Era como si no hubiese despertado del sueño, aunque de hecho era así. No podía abrir los ojos y ver mi habitación, el lugar en donde realmente estaba y con quién estaba, que en este caso era Ashton. Díganme, ¿cómo poder escapar de aquel sueño cuando todo está obscuro para ti?

Mientras tanto, Ashton seguramente estaba como loco tratando de saber qué me ocurría y cómo podía ayudar para que me calmara, pero al fin de cuentas llamó a Luke.

Luke era la llave para todo esto.

-Mierda, ¿qué haces tú aquí? -preguntó Luke confundido.

-Joder, ayúdala.

Como la primera vez que me ocurrió esto, Luke se posicionó a mi lado y me abrazó. Empezó a acariciarme el cabello y a decirme que todo estaba bien, lo cual yo escuchaba muy poco, porque el sonido del auto estrellarse con el otro, era mucho más potente que la grave voz de Luke. Lo mágico de la voz de Luke, era que al momento de que la escuchara, calmaba mis gritos. Aún seguía en el accidente, pero no era la misma intensidad de miedo que antes de escucharla, por lo que debía agradecerle millones de veces a Luke. Él me había salvado estas dos veces, dos veces en la madrugada. Era demasiado flojo y le encantaba dormir, y por nada del mundo le encantaba despegarse de la cama, ni siquiera porque su casa estuviera incendiándose; pero por mí sí, y eso era lo que le tenía que agradecer.

Por eso de las nueve de la mañana, me desperté. Sentí a alguien acostado a mi lado, y supuse que era Ashton, porque sinceramente no recordé lo que había pasado en la madrugada. Cometí el peor error de mi vida, o bueno, uno de los peores.

- ¿Ashton? -pregunté inocentemente, porque yo pensaba que quien estaba a mi lado era él.

-No, imbécil, soy Luke.

- ¿Luke? ¿Qué haces aquí?

- ¿Cómo que qué hago aquí? Volviste a olvidar las píldoras para dormir y tuviste tus ataques, pero tu pequeño e inútil novio no pudo hacer nada, así que me llamó.

-Oh... gracias, Luke -dije sonando avergonzada.

-De nada, supongo.

Su supongo me dejó algo confundida, porque en ese momento era como si no hubiese entendido del todo la situación y el porqué de su manera de hablarme.

- ¿Y Ashton?

En ese momento, él ya se había levantado de la cama. Y cuando finalicé la pregunta, él sólo soltó un bufido.

-Ashton no es el centro de la tierra, ¿sabes?

Me levanté indignada ante su respuesta, porque realmente me parecía grosero que se comportara así conmigo y que yo ni siquiera supiera la causa. Bajé las escaleras y empecé a soltar al aire unos cuantos llamados a Ashton, y afortunadamente él me respondió. Estaba en la sala.

Blindness || a. i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora