Capítulo veinticinco

126 13 4
                                    

Cuando desperté, no sentí a Ashton en ninguna parte. Dado que yo era una persona que despertaba de la misma forma en la que había dormido, supuse que él se había despertado antes. Su música aún seguía puesta, pero en un volumen más bajo. Era casi inaudible.

Bajé mientras me acomodaba el cabello para que no pareciera que me había caído un rayo y pude escuchar sonidos en la cocina, así que fui.

— ¿Ashton?

— Hey, por fin despiertas.

Me acomodé en el marco de la puerta y me crucé de brazos. Bostecé y después volví a hablar:

— ¿Qué hora es?

—Son las nueve y diez, ya tendría que haberme ido; pero tu madre no ha llegado.

—Qué extraño, iré a ver si ha llegado algún mensaje de voz.

Él sólo contestó con un "Mhmm", y después fui al teléfono a ver. Conocía perfectamente a mi madre, así que sabía que algo había ocurrido y tal vez no llegaría, por lo que recurriría al teléfono y me avisaría. ¿Y saben qué? Ésta no sería la excepción.

Cuando revisé el buzón de mensajes, había dos: uno de Luke y uno de mamá. Decidí escuchar primero el de mamá, porque me preocupaba que no llegara como usualmente lo hacía.

"Vanessa, lo siento, cariño, pero ocurrió algo con el proyecto del que te comenté para una empresa, por lo que tal vez llegue mañana en la noche. Siento mucho no llegar hoy a casa, pero puedes decirle a Ashton que se quede, o a Luke. No sé, pero por favor, no quiero que te quedes sola en casa. Te quiero, cariño."

Cuando terminó el mensaje, me senté en el sofá pensativa. ¿Cómo es que le había tomado mi madre tanta confianza a Ashton en tan poco tiempo? Digo, como para pedirme que él se quedara a dormir en casa era algo bastante... significativo.

Sentí cómo Ashton se sentaba a mi lado. Me tendió cerca de la mano una taza, yo la tomé.

— ¿Has escuchado el mensaje? —pregunté y después le di un sorbo a la bebida que él me había preparado, pero al instante solté un quejido por lo caliente que estaba.

—Lo siento, creo que se calentó de más.

No saboreé nada porque me concentré en el dolor, pero después di un sorbo más pequeño y me di cuenta de que era té. Té de manzanilla, y no exactamente de bolsita.

—No oí absolutamente nada, lo siento.

—No llegará a casa hoy, por lo que me pidió que te quedaras...

—Oh, bue... —interrumpí.

—Pero si no puedes, no hay problema. Puedo pedirle a Luke que se quede conmigo.

—Por mí no hay problema, pero si te sientes más segura con él, está bien, no hay problema.

— ¿En serio? ¿No tienes que ir a casa?

—No exactamente, mi madre ya no se preocupa tanto por mí desde que cumplí los diecinueve.

—No tienes que quedarte si no quieres, en serio, Ashton.

No es que no quisiera que él se quedara, pero había una posibilidad de que él dijera esto porque se sentía obligado o algo así sólo por ser mi niñero, aunque pensándolo bien, debía de dejar de decirle de esa forma, porque yo ya no era una niña.

—Vanessa, ¿qué te hacer pensar que quiero irme? ¿Acaso no te queda claro que me gusta estar a tu lado?

Sonreí y tomé un poco más del té tratando de ocultar ese enrojecimiento en toda mi cara que se aproximaba.

Blindness || a. i.Kde žijí příběhy. Začni objevovat