Blindness || a. i.

Capítulo ocho

Era la una de la tarde, hoy mi madre no podría visitarme ya que era lunes. Había estado despierta desde las ocho de la mañana aburriéndome escuchando el televisor en el mismo canal que habían dejado la primera vez.

— ¿Aburrida, cariño?

Escuché la voz de Clary, la enfermera. Estos tres días que he estado aquí, me he hecho amiga de la enfermera y del doctor. Al parecer les parezco graciosa y amigable, algo que en mi colegio jamás me habían dicho.

—Te mentiría si te digo que no.

— ¿No quieres salir y tomar aire fresco un rato?

Lo pensé un momento, porque sé que sólo me dejará ahí sola, de nuevo aburrida y de todas maneras no podré ver cómo es aquel jardín que tienen.

—Está bien —contesté.

Está bien, acepto que es mejor que estar aquí encerrada oyendo a Jhonny Sanders dando su maldito noticiario.

Al instante regresó con una silla de ruedas y me guio hasta ella para sentarme. Le pregunté por qué me llevaba en silla de ruedas, de verdad pensaba que me respondería con algún análisis médico que haya provocado algún mal presentimiento sobre mis huesos o articulaciones o incluso mis músculos, pero me contestó esto:

—Sólo lo hago porque eres mí consentida, Vanessa.

Me condujo hasta el jardín, lo cual supe al sentir una brisa fría por todo mi cuerpo. Sólo llevaba la típica bata, así que al sentir la brisa se me erizó la piel.

— ¿Quieres que me quede contigo? —preguntó Clary.

Vaya, pensé que sólo me abandonaría ahí.

— ¿No tienes otros pacientes que atender?

—Janeth puede encargarse de mis pacientes.

Las dos sabíamos que tal vez se metería en problemas por esto, pero realmente quería conversar con alguien que no fuese el estúpido de Jhonny Sanders y su maldito noticiario.

—Y… ¿tienes novio, Vanessa?

— ¿Recuerdas al chico que también estuvo en el accidente? Pues él lo fue.

— ¿Derek Maxwell?

—Ese mismo, Clary.

— ¿Y no tenías pretendientes en tu colegio?

—Clary, soy Vanessa. ¿Acaso sabes lo que significa eso?

— ¿Significa que no eres buena abriendo los ojos a personas que desde cien kilómetros se ven que los traes perdidísimos, Vanessa?

— No es cierto, sólo lo haces para no hacerme sentir mal. A ver, ¿tú quién crees?

—El chico rubio que viene a visitarte.

— ¿Luke? Él es mi mejor amigo, Clary, obviamente no.

—Pues yo digo que sí. Es una lástima que tú no puedas ver la manera en que te mira.

—Clary, ha sido mi mejor amigo desde quinto de primaria.

—Eso no es una excusa, Vanessa.

Jamás lo había pensado. Digo, Luke es un imbécil en el sentido de serlo conmigo. Además, creo que la manera en que lo trato no es la manera en tratar a un chico. Es por eso que somos mejores amigos, porque nos tratamos mutuamente como una mierda. Aunque… de hecho el primer día se portó de una manera diferente a lo que conocía de él.

—Yo aún sigo negándolo, Clary. Cambiemos de tema. ¿Tú tienes esposo? ¿Hijos?

—Mi esposo murió hace unos años. Tengo dos hermosos hijos.