Capítulo veintiocho

139 14 5
                                    

A la mañana siguiente, Luke vino a mi casa justo a las seis y media. Me despertó y me dijo que tomara una ducha, porque hoy era día de ir al colegio. No negué ni hice berrinche, porque no tenía otra opción.

Cuando bajé las escaleras ya arreglada, pude oír a Luke en el fregadero. Me senté en el comedor y esperé a que esto terminara. No había amanecido de muy buen humor, aún tenía aquella molestia con Ashton e incluso con Luke.

—Me odias en estos momentos, ¿verdad? —preguntó.

—No, jamás llegaría al punto de odiarte.

Mis palabras no tuvieron ninguna emoción con la cual se sostuvieran y le dieran otro color.

—Por tu forma de hablar conmigo en estos momentos, pienso lo contrario.

—No voy a actuar de una forma diferente a la que me siento después de lo que hiciste ayer.

—Pues deberías de olvidarlo, porque no puedes estar con esa actitud todo el día.

—Puedo estar en esta actitud hasta que te disculpes conmigo.

—Creo que no necesito disculparme, porque sé que hice bien.

— ¿En tratar de esa manera a Ashton? Yo creo que no.

—Se lo merecía.

—Está bien, sé que eres una persona demasiado necia como para entender argumentos ajenos.

Comimos en silencio después de eso. Sabía que seguir hablando de esto con él, era como tratar de hacer hablar a una pared, así que esta vez me rendiría.

Mientras íbamos ya de camino al colegio, pensé un par de minutos en Ashton. Bueno, tal vez estuve pensando en él casi todo el camino. Ya no pensaba en lo que había pasado ayer, porque sinceramente no quería estar molesta todo el día por eso, pero ahora que tenía a Luke a mi lado, sería más difícil de olvidarme de lo que había pasado con él. No quería ser injusta, pero con el hecho de poder escucharlo, me recordaba todo lo que hizo y dijo ayer.

Cuando llegamos al colegio, Luke me comentó que había pedido permiso a orientación para pasar todas las asignaturas conmigo por lo mismo de la discapacidad que tenía, así que no me quedaba otra opción que aceptar.

(...)

No voy a negarlo, ésta vez, las primeras tres clases me perecieron más largas de lo que alguna vez las pude sentir de ese modo; pero por fin había empezado el descanso.

Nos dirigimos a la cafetería, porque al parecer comeríamos esta vez en una mesa como estudiantes normales. Calum apareció después con tres bandejas con comida, se sentó y las repartió.

— ¡Vanessa! —me abrazó fuertemente y después volvió a acomodarse a mi lado, y eso lo descubrí porque al momento de volverse a acomodar, movió toda la banca.

—Jamás habías notado tanta emoción al verme, Cal.

—Bueno, se tiene que ser amable una vez al año, ¿no es así?

Reí y asentí. Al parecer, hoy Calum sería el que nos animara en hablar.

—Hey, ¿qué tienen ustedes dos?

—Absolutamente nada —contestó Luke por los dos.

—Joder, Luke, te ves un poco molesto.

—No tengo nada.

Le di un pequeño codazo y después busqué rápidamente su oído para susurrarle:

—No sigas, ahora no está de buenas.

Blindness || a. i.Where stories live. Discover now